Denuncian grave situación de obreros golondrinas

ROCA (AR).- La situación en la que viven casi un millar de trabajadores golondrinas, que llegan a nuestra región para desempeñar tareas durante la época de cosecha, es casi “humillante”. Muchos de ellos viven de manera precaria, se higienizan en las acequias y carecen de los elementos básicos para vivir “dignamente”, según el informe que entregaron en las últimas horas los dirigentes de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre). Desde el gremio, y como lo hace todos los años, se inició en el mes de febrero un relevamiento sobre 150 establecimientos frutícolas de las provincias de Río Negro y Neuquén. Detectaron que en al menos el 30 por ciento de las chacras, los trabajadores carecen de elementos básicos para sobrevivir. “Las imágenes que recogimos a través de fotografías son suficientes para mostrar la desidia de los productores para con sus obreros”, indica la información difundida desde el sindicato. “Existen pésimas condiciones de habitabilidad y de las más diversas estafas al trabajador, al sindicato, a la obra social y al estado Nacional”, denunciaron los dirigentes sindicales, quienes aseguraron que resulta inexplicable que, a esta altura, se pueda mantener esta forma de trabajo. El sub delegado Regional, Omar Figueroa, aseguró ayer que muchos de esos trabajadores tienen que higienizarse en una acequia o bien le dan un techo (sin paredes) donde le tiran un colchón para que duerma. Es más, a pesar del cansancio físico que tienen que afrontar, no tienen un lugar digno donde prepararse la comida o descansar. “En Allen detectamos el caso de un trabajador que vive en condiciones realmente indignas, en un lugar nauseabundo donde no se puede estar”, dijo el dirigente quien ayer mantuvo una reunión con representantes de la firma cuestionada, para buscar una salida a la situación que padece ese trabajador. Figueroa aclaró que en este tiempo también tomaron contacto con los trabajadores quienes en la mayoría de los casos responden que en sus provincias de origen (en el norte del país) están acostumbrados a estar en esta situación. “Es evidente que tienen otra forma de vida, pero nosotros buscamos revertir esa situación”, dijo.