“No lo escuché protestar por la ley 22.248”
El señor Gerónimo Venegas, eterno secretario general de la Uatre, cuyo sillón heredó de las sucesivas intervenciones impuestas por los militares al gremio de los trabajadores rurales al que transformó de federación en unión para asegurarse el ahogo de cualquier rebelión interna a partir del manejo del dinero de la cuota sindical y demás ingresos que se agenció, como el Renatre y el seguro de sepelios más caro que existe en el país, ha reaccionado en forma furibunda contra la posibilidad de la sanción de una nueva ley de trabajo agrario, afirmando que la iniciativa del gobierno responde a la intención de perjudicar a su gremio. Nunca he escuchado a este señor protestar por la vigencia de la ley 22.248, sancionada por la dictadura militar y hecha a medida de los intereses de las grandes patronales, la cual somete a los trabajadores del campo a un régimen laboral de servidumbre, con jornadas de sol a sol, inestabilidad laboral, menores períodos vacacionales e indemnizatorios con respecto a otras actividades. Y como si esto fuera poco, las condiciones de trabajo y salariales se resuelven en la Comisión de Trabajo Agrario, lugar en donde los que deciden son tres sectores, dejando a los trabajadores en manos de la generosidad del Ministerio de Trabajo. De la mano del señor Venegas han avanzado solamente los privilegios del grupo dirigente del gremio rural y la condición de los obreros más esforzados como trabajadores de segunda o tercera clase. Seguro que es urgente y un acto de justicia legislar para imponer más justicia para los obreros del campo, incorporando a los trabajadores rurales a la ley de Contrato de Trabajo, estableciendo además la libertad sindical y la democracia sindical para que los gremios respondan a los intereses y necesidades de los trabajadores y no se conviertan en verdaderos reinados, como sucede en muchos casos. Luis Enrique Sanhueza DNI 93.632.487 Cinco Saltos
El señor Gerónimo Venegas, eterno secretario general de la Uatre, cuyo sillón heredó de las sucesivas intervenciones impuestas por los militares al gremio de los trabajadores rurales al que transformó de federación en unión para asegurarse el ahogo de cualquier rebelión interna a partir del manejo del dinero de la cuota sindical y demás ingresos que se agenció, como el Renatre y el seguro de sepelios más caro que existe en el país, ha reaccionado en forma furibunda contra la posibilidad de la sanción de una nueva ley de trabajo agrario, afirmando que la iniciativa del gobierno responde a la intención de perjudicar a su gremio. Nunca he escuchado a este señor protestar por la vigencia de la ley 22.248, sancionada por la dictadura militar y hecha a medida de los intereses de las grandes patronales, la cual somete a los trabajadores del campo a un régimen laboral de servidumbre, con jornadas de sol a sol, inestabilidad laboral, menores períodos vacacionales e indemnizatorios con respecto a otras actividades. Y como si esto fuera poco, las condiciones de trabajo y salariales se resuelven en la Comisión de Trabajo Agrario, lugar en donde los que deciden son tres sectores, dejando a los trabajadores en manos de la generosidad del Ministerio de Trabajo. De la mano del señor Venegas han avanzado solamente los privilegios del grupo dirigente del gremio rural y la condición de los obreros más esforzados como trabajadores de segunda o tercera clase. Seguro que es urgente y un acto de justicia legislar para imponer más justicia para los obreros del campo, incorporando a los trabajadores rurales a la ley de Contrato de Trabajo, estableciendo además la libertad sindical y la democracia sindical para que los gremios respondan a los intereses y necesidades de los trabajadores y no se conviertan en verdaderos reinados, como sucede en muchos casos. Luis Enrique Sanhueza DNI 93.632.487 Cinco Saltos
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios