Ni por tierra ni por LAN a Bariloche

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El paro sorpresivo de los choferes de larga distancia y la suspensión de los vuelos de la aerolínea LAN provocada ayer por la huelga de pilotos impactó en el flujo de visitantes que se esperaba en la ciudad y generó preocupación entre las autoridades y empresarios del turismo. La medida de fuerza de los pilotos provocó un significativo malestar entre los pasajeros que tenían previsto retornar a su lugar de origen o viajar a otros destinos, que se agolparon frente a los mostradores de la empresa o intentaron, con variada suerte, conseguir una plaza en otras aerolíneas. La conciliación obligatoria dictada a media tarde por el ministerio de Trabajo de la Nación trajo un alivio relativo a los viajeros por la lenta reprogramación de vuelos (Ver aparte). Una situación similar se registró en la estación Terminal de Omnibus, donde sólo alcanzaron a partir las unidades programadas para primera hora de la jornada -demoradas luego en Neuquén- y los micros de media distancia que prestan servicios en la región cordillerana. Los pasajeros que aguardaban para retornar a Buenos Aires, Rosario, Córdoba y otras ciudades más alejadas multiplicaron sus quejas en los mostradores de las respectivas compañías de transportes sin conseguir soluciones alternativas. El movimiento en la estación se redujo a un 10 por ciento de la actividad habitual para esta época. El director de Tránsito, José Alonso, señaló que “el movimiento habitual para esta época ronda los 200 mciros y en este momento apenas superan las 30 unidades”. El delegado local de la UTA, Marcelo Iarlori, -en viaje desde Buenos Aires- informó que la medida adoptada por el incumplimiento de los viáticos convenidos con la patronal afecta únicamente a las unidades de larga distancia. En la ciudad los servicios afectados superaba los 40.


SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El paro sorpresivo de los choferes de larga distancia y la suspensión de los vuelos de la aerolínea LAN provocada ayer por la huelga de pilotos impactó en el flujo de visitantes que se esperaba en la ciudad y generó preocupación entre las autoridades y empresarios del turismo. La medida de fuerza de los pilotos provocó un significativo malestar entre los pasajeros que tenían previsto retornar a su lugar de origen o viajar a otros destinos, que se agolparon frente a los mostradores de la empresa o intentaron, con variada suerte, conseguir una plaza en otras aerolíneas. La conciliación obligatoria dictada a media tarde por el ministerio de Trabajo de la Nación trajo un alivio relativo a los viajeros por la lenta reprogramación de vuelos (Ver aparte). Una situación similar se registró en la estación Terminal de Omnibus, donde sólo alcanzaron a partir las unidades programadas para primera hora de la jornada -demoradas luego en Neuquén- y los micros de media distancia que prestan servicios en la región cordillerana. Los pasajeros que aguardaban para retornar a Buenos Aires, Rosario, Córdoba y otras ciudades más alejadas multiplicaron sus quejas en los mostradores de las respectivas compañías de transportes sin conseguir soluciones alternativas. El movimiento en la estación se redujo a un 10 por ciento de la actividad habitual para esta época. El director de Tránsito, José Alonso, señaló que “el movimiento habitual para esta época ronda los 200 mciros y en este momento apenas superan las 30 unidades”. El delegado local de la UTA, Marcelo Iarlori, -en viaje desde Buenos Aires- informó que la medida adoptada por el incumplimiento de los viáticos convenidos con la patronal afecta únicamente a las unidades de larga distancia. En la ciudad los servicios afectados superaba los 40.

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