Bergoglio pidió protección ante “tanta violencia”
También reclamó por salud y trabajo para todos.
DyN
BUENOS AIRES.- El cardenal Jorge Bergoglio pidió ayer mayor “protección” para la ciudadanía ante la inseguridad y frente a “tanta violencia” en las calles, al encabezar una multitudinaria celebración en honor de San Cayetano.
“La protección que pedimos es para todas las necesidades de nuestra vida: la salud, el pan, el trabajo. También pedimos protección ante la inseguridad que produce tanta violencia desatada en nuestra sociedad”, aseveró al presidir la misa central frente al santuario del barrio porteño de Liniers.
Cabe recordar que esta semana la salud de Carolina, la embarazada atacada por motochorros cuyo bebé murió el jueves, fue el centro de la atención de los medios y provocó multiples señales de indignación por la impunidad con la que actuaron los delincuentes.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina no apuntó directamente a las autoridades con su demanda de mayor seguridad, pero insistió en advertir que “ya sabemos que el que sale a la calle necesita protección”.
En la homilía, Bergoglio también pidió a San Cayetano que proteja la fe, el amor y la esperanza de los argentinos, a quienes alentó a “no bajar los brazos” y tampoco a “apagar la mirada pensando que no vale la pena, que en este país no se puede”.
El purpurado denunció, además, que “vivimos en una cultura cada vez más pagana” y criticó a quienes pretende excluir a Dios de “la vida pública” para “relegarlo a la sacristía”.
La frase se interpretó en ambientes eclesiásticos como una reivindicación a que la Iglesia se siga metiendo en política, sobre todo tras las críticas a obispos y laicos por su participación en el debate por el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Al finalizar la misa, Bergoglio recorrió la fila de devotos, de varias cuadras, que esperan llegar hasta el templo de Cuzco 150 para pedirle a San Cayetano pan y trabajo o bien agradecer haberlo recibido.
El paso de los fieles fue incesante desde la hora cero cuando se abrió la puerta del santuario. Muchos esperaron durante meses en carpa o a la intemperie el momento de poder ingresar para tocar o ver de lejos la imagen del santo de la providencia. Una tarea que puede demandar entre seis y quince horas.
Este año la expresión de fe popular, habitual termómetro de la desocupación y la pobreza, llevó por lema “San Cayetano, caminamos con fe pidiendo tu protección”. (DyN)
El purpurado saludó a los fieles tras la tradicional misa.
DyN
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