El roce en un hombro que desencadenó en un homicidio a sangre fría en Bariloche: condenaron al responsable
El tribunal aceptó un acuerdo parcial presentado por la fiscalía, con acuerdo de la querella y del acusado y su defensor. El imputado admitió haber sido el autor de los tiros que mataron a Lucas Gatica. También, aceptó la pena de 25 años de prisión que le impusieron.
Lucas Gatica era un hombre sencillo. Tenía 35 años y dos empleos para poder llegar a fin de mes. Su hijo de 5 años era su motivación. Quería que el futuro de su niño sea mucho mejor que el suyo.
La noche del 5 de octubre del año pasado, Lucas le pidió a su hermano Adrián, que conducía un Renault 12, que se detuviera en un negocio de la calle Onelli y Vilcapugio de Bariloche. Quería comprarle unas papas fritas a su pequeño.
Entró al comercio y pagó por ese producto. Cuando se dio vuelta para retirarse pasó a rozar de manera involuntaria el hombro de Agustín Rasini, que estaba en la fila de la caja. El muchacho le reprochó de manera desafiante el empujón. Gatica no se quedó callado.
La discusión subió de tono y cruzaron insultos. Salieron del negocio y continuaron la pelea en la vereda. Rasini andaba con un amigo y entre los dos increparon y amenazaron a Gatica. “¡Mirá que tenemos fierros!”, le advirtieron. Gatica no se dejó amedrentar. Tal vez no percibió que esa amenaza era demasiado real. Al contrario, les tiró unos golpes de puño que dieron en el aire.
Adrián Gatica observó la escena y bajó del auto para tratar de calmar los ánimos. Cuando todo indicaba que el incidente se había superado, el amigo de Rasini volvió a encarar a Gatica, que se disponía a subirse al Renault 12, con la intención de distraerlo. Lo consiguió.

Los disparos por la espalda
La víctima no advirtió que Rasini se acercaba portando un revólver y le efectuó tres tiros por la espalda. Una de las balas dio en el muslo derecho, otra no dio en la humanidad de Lucas, pero un tercer proyectil impactó en un pulmón y perforó en la trayectoria la arteria aorta.
Rasini y su cómplice huyeron en un Toyota Corolla. Adrián salió a toda velocidad con su hermano herido de gravedad hacia el hospital Ramón Carrillo. Alli murió cerca de la medianoche.
La dramática secuencia quedó registrada en las cámaras de seguridad. También, en la retina de Adrián, de su novia, y de la pareja de Lucas. Todos estaban esa noche del 5 de octubre en el interior del Renault 12. También, su hijo de 5 años.

Un acuerdo parcial para evitar el juicio por jurados
Este viernes, jueces, la fiscal, los abogados por la querella y el defensor observaron las filmaciones de lo que sucedió en el interior del comercio y la pelea en el exterior. También, cuando Rasini le disparó a la víctima.
Los videos no tenían sonido. No era necesario. Todos pudieron observar los últimos minutos con vida de Lucas. También, Rasini que miró de reojo las imágenes sentado en el banquillo de los acusados. Inmutable.
Fue la prueba más contundente que la fiscal jefa Betiana Cendón ofreció al tribunal, integrado por los jueces Sergio Pichetto, Bernardo Campana y Juan Martín Arroyo.
Cendón explicó a los jueces que habían llegado a un acuerdo parcial con el acusado, que también consentía la querella y la defensa. Como parte del acuerdo, Rasini aceptó su culpa. Reconoció haber sido el autor de los disparos que mataron a Gatica.
Cendón indicó que como parte del acuerdo había una modificación en la calificación legal del hecho que le atribuyeron.
A mediados de octubre del año pasado, cuando detuvieron a Rasini y le formularon cargos, el fiscal Tomás Soto le atribuyó haber cometido un homicidio doblemente agravado por el uso de arma y por la alevosía. Con esa calificación legal la única condena posible es la prisión perpetua. Desde entonces el imputado estaba con prisión preventiva, en el penal 3 de esta ciudad.

Nueva calificación legal
Cendón señaló que ahora calificaba el hecho imputado a Rasini como un homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Excluyó la alevosía. Y además le imputaba la portación de un arma de fuego sin la autorización legal.
El acuerdo presentado por Cendón tuvo el consentimiento del abogado Pablo Calello, que asistió a la familia de la víctima, que se constituyó en querellante. También del defensor particular Horacio Brucellaria, que le aconsejó a Rasini aceptar el acuerdo propuesto por la fiscalía.
Cendón relató el hecho con todos los detalles. Contó que la víctima entró al comercio a comprar unas papas fritas para su hijo y el roce en el hombro con Rasini, la pelea y el desenlace fatal. También, que Jonathan Cárcamo, cómplice de Rasini, está detenido.
Expuso las evidencias para sostener la acusación, como las grabaciones de las cámaras de seguridad, también la pericia balística que cotejó el revólver calibre 38 que se le secuestró al imputado, cuando lo detuvieron tras 11 allanamientos en Bariloche.
Gatica fue arrestado en un allanamiento que se hizo a mediados de octubre en una vivienda ubicada en la avenida Bustillo al 2280, donde se ocultaba. La pericia estableció que el proyectil que mató a Gatica había sido disparado desde esa arma, que Rasini usaba sin permiso legal. Cendón mencionó los testigos directos del homicidio.
“Adherimos en todo al relato y a este acuerdo parcial que estamos trabajando y adherimos a la calificación legal y a la evidencia presentada por la fiscalía”, dijo Calello. En la sala estaban los familiares de la víctima.
Brucellaria explicó que adherían al acuerdo parcial “y el consejo técnico (a Rasini) es aceptar esta propuesta en los términos que expuso la señora fiscal”.

El imputado admitió su responsabilidad
Pichetto, como presidente del tribunal, le explicó a Rasini que no estaba obligado a aceptar el acuerdo propuesto por la fiscalía. Que era su derecho y que podía ir a juicio por jurados.
Le preguntó al imputado si reconocía el hecho que la fiscal le atribuía y si aceptaba el acuerdo. Rasini respondió de manera afirmativa. “Sí, yo hice ese accionar. No es algo de lo que estoy orgulloso, pero sí lo hice yo”, afirmó el acusado.
Los jueces se tomaron unos minutos para deliberar y después Pichetto informó que aceptaban el acuerdo parcial, con la calificación legal propuesta por la fiscalía. Y pasaron a la etapa del juicio para definir la pena. Tampoco hubo desacuerdos.
“Lucas tenía 35 años, dos trabajos, porque su único objetivo era sacar adelante a su hijo de 5 años”, destacó Cendón. “Todas las noches espera que su papá llegue a casa. Su vida era su hijo y como estaba llegando tarde decidió bajar a comprar un paquete de papas fritas”, relató.
“El móvil absurdo que provocó esto: un roce de hombros adentro de una despensa”, advirtió. Dijo que eso aumenta el disvalor y recordó que Rasini le dispara por la espalda, cuando estaba por subir al Renault 12, donde había dos niños y dos mujeres. Dijo que Rasini tuvo “total y exhaustivo control sobre el hecho”. Y pidió 25 años de prisión para el imputado. La querella adhirió. También, la defensa y el acusado consintió.
Cendón recordó que Rasini tiene varias sentencias condenatorias por hurtos y robos. Y dos sentencias donde lo declararon reincidente. Es decir, tuvo oportunidades para elegir otro camino. “No solo a tomado una vida, ha destrozado a una familia”, enfatizó Calello.
El tribunal consideró que la pena solicitada era legal. Y condenó a Rasini a 25 años de prisión. Como todos renunciaron a los plazos procesales, la sentencia quedó firme.
Al finalizar la audiencia, la familia de la víctima se unió en abrazos en busca de algo de consuelo. Pero el dolor sigue latente.
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