Los mejores paseos en globo: paisajes que se disfrutan, cuando flotas en el cielo
Es una propuesta diferente y característica para conocer y disfrutar de la naturaleza, desde el aire, en varios puntos del país.
Por alguna razón que escapa a la lógica y se ancla en la emoción, volar en globo tiene algo de infancia, de fantasía. Tal vez sea la lentitud del ascenso, como si el tiempo dejara de correr. O la sensación de flotar, sin motores ni ruidos, con el viento como único guía. Sea lo que sea, hay un secreto a voces entre los viajeros curiosos: conocer la Argentina desde un globo aerostático no se parece a nada.
A diferencia de un avión, que parte y aterriza lejos del paisaje, el globo invita a sumergirse en él desde las alturas. Un amanecer en Capilla del Señor no es solo el cielo tiñéndose de naranja: son los cultivos organizados como un patchwork, las estancias que se revelan diminutas, y ese silencio abrumador donde el único sonido es el de la llama que infla el globo.
El turismo en globo crece en el país. No solo por lo novedoso, sino porque apela a esa necesidad cada vez más frecuente de viajar lento, de conectar con el paisaje y con uno mismo. No es adrenalina pura: es calma, contemplación y una pizca de magia.
Cada región del país ofrece una postal diferente.
Un paseo en globo por los tulipanes
Un globo, los tulipanes de Trevelin y de fondo esa montaña que se llama Trono de las nubes -y en galés Gorsedd y Cwnw- pueden ser el paseo de tu vida. Octubre está marcado en el calendario, es el mes en que florecen los tulipanes de Trevelin. El campo se viste de colores y verlos desde el globo aerostático es un vuelo muy romántico, muy suave.
A 12 kilómetros de Trevelin por la RN 259 en Chubut, se abre un rectángulo de tres hectáreas alfombrado de tulipanes de 27 colores. Allí, proponen el vuelo para contemplar tulipanes, porque si desde tierra la belleza lleva a la locura, hacerlo desde un globo aerostático es un sueño.
La experiencia la puede disfrutar cualquier persona. Llega gente de todo el mundo en esa época a disfrutar del maravilloso e imponente campo de tulipanes. La excursión dura aproximadamente una hora y media.
En Córdoba, el vuelo se vuelve serrano
Despegar desde los campos cercanos a Alta Gracia permite ver las ondulaciones suaves del terreno, las casitas entre pinares y, a lo lejos, la silueta del Dique Los Molinos. Es como leer el relieve desde un mapa vivo.
A solo 40 km de la capital cordobesa y, a 725 km. del Obelisco, Alta Gracia se ha convertido en uno de los destinos favoritos para dar paseos en globo en el centro del país. El viaje permite observar las sierras cordobesas en todo su esplendor, con despegues desde campos abiertos cercanos a la ciudad.
Destinos imperdibles cerca de Alta Gracia: Museo Casa del Che. Estancia Jesuítica. Dique Los Molinos.
San Miguel de Tucumán y Tafí del Valle, Tucumán.
En Mendoza, el aire huele a uva y tierra
Los viñedos infinitos dibujan líneas verdes que van mutando con las estaciones. Desde el cielo, uno comprende por qué esta tierra es emblema del vino argentino. Todo parece ordenado, plantado con una paciencia casi japonesa. Y cuando el sol empieza a trepar desde la Cordillera, el espectáculo se vuelve inolvidable.
Capilla del Señor, Buenos Aires
Ubicada a 82 kilómetros del Obelisco, esta ciudad bonaerense se presenta como ideal para quienes buscan una escapada cercana a la Ciudad de Buenos Aires. Las salidas suelen programarse al amanecer, cuando las condiciones climáticas son más estables. El vuelo dura entre 45 minutos y una hora, y ofrece vistas rurales encantadoras. Atracciones cercanas. Casco histórico de Capilla del Señor. Estancias rurales.
El norte, ese secreto de altura
En Tucumán, los vuelos permiten una vista inédita de los Valles Calchaquíes. En Tafí del Valle, el globo se desliza entre lomas suaves, con casas de adobe y caminos de tierra que serpentean. El contraste entre la altura del globo y la humildad del paisaje conmueve. Ver desde arriba la Quebrada del Portugués o la Reserva El Mollar es como descubrir que el Norte argentino todavía tiene secretos para mostrar.
Lugares cercanos a visitar: Casa Histórica de la Independencia. Parque Provincial Cumbres Calchaquíes. Reserva Natural de la Defensa El Mollar. Quebrada del Portugués. Mirador del Cerro de la Cruz. Museo Jesuítico de La Banda.
No se trata solo de volar
La experiencia completa es mucho más que el viaje en sí. Es madrugar cuando todavía el mundo duerme, llegar al campo de despegue con algo de frío y algo de ansiedad, ver cómo el globo se infla lentamente mientras el cielo se aclara. Es compartir el canasto con desconocidos que, por esa hora mágica, se vuelven cómplices. Es brindar en el aterrizaje con una copa de vino o jugo local, como quien celebra haber hecho algo que no se olvida.
Para quienes se animen hay algunas claves: reservar con tiempo, ya que los cupos son limitados y dependen mucho del clima; llevar ropa cómoda y abrigada, porque en las alturas siempre refresca; y tener la cámara lista, pero sin obsesionarse: hay paisajes que vale la pena guardar primero en los ojos.
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