Le gatillaron en la cabeza para robarle
ROCA (AR).- Ni lo dudaron. Primero le apuntaron a su víctima a la cabeza y luego le gatillaron. Así actuaron ayer dos menores de edad en la zona norte de Roca, cuando abordaron a un cobrador y le robaron 400 pesos. Finalmente escaparon en una moto, aunque antes de emprender la huida cargaron el arma y efectuaron disparos contra el empleado. Ocurrió minutos después de las 14:30 en calle Defensa, entre América y Gorriones. A esa hora, Pablo Saiz, de 21 años, recorría los comercios de esa zona para realizar la cobranza de la venta de golosinas. Cuando estacionó la camioneta Peugeot 505 frente a un negocio sintió el arma de fuego que uno de los delincuentes le apoyó en la cabeza. El muchacho habría intentado resistirse y allí su atacante no dudó en gatillar, aunque el cargador estaba vacío. Ante la intimidación, el cobrador bajó del rodado y en ese momento otro de los ladrones le arrebató la riñonera con el dinero. Antes de marcharse su atacante tuvo tiempo para cargar la pistola -que sería calibre 22- y efectuar varios disparos a los pies de Saiz, sin provocarle lesiones. Luego se fugaron en la moto.
ROCA (AR).- Ni lo dudaron. Primero le apuntaron a su víctima a la cabeza y luego le gatillaron. Así actuaron ayer dos menores de edad en la zona norte de Roca, cuando abordaron a un cobrador y le robaron 400 pesos. Finalmente escaparon en una moto, aunque antes de emprender la huida cargaron el arma y efectuaron disparos contra el empleado. Ocurrió minutos después de las 14:30 en calle Defensa, entre América y Gorriones. A esa hora, Pablo Saiz, de 21 años, recorría los comercios de esa zona para realizar la cobranza de la venta de golosinas. Cuando estacionó la camioneta Peugeot 505 frente a un negocio sintió el arma de fuego que uno de los delincuentes le apoyó en la cabeza. El muchacho habría intentado resistirse y allí su atacante no dudó en gatillar, aunque el cargador estaba vacío. Ante la intimidación, el cobrador bajó del rodado y en ese momento otro de los ladrones le arrebató la riñonera con el dinero. Antes de marcharse su atacante tuvo tiempo para cargar la pistola -que sería calibre 22- y efectuar varios disparos a los pies de Saiz, sin provocarle lesiones. Luego se fugaron en la moto.
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