Desde Viedma, una prima de Beatriz Sarlo se presenta como heredera y complica la sucesión

La aparición de una prima desde Río Negro reconfigura el conflicto por el legado de la intelectual, que hasta ahora enfrentaba a su exmarido, el encargado del edificio y el Estado.

La sucesión de Beatriz Sarlo, una de las intelectuales más reconocidas de la Argentina, dio un giro inesperado: una prima de la escritora apareció en la causa y reclama derechos hereditarios, lo que podría dejar fuera al Estado porteño y modificar por completo el panorama legal.

Hasta ahora, el escenario de la herencia se debatía entre tres partes: su exmarido Alberto Sato, el encargado del edificio donde vivía, Melanio Meza López, y la Procuración General de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, la reciente aparición de una familiar directa reabre la discusión sobre quién tiene derecho legítimo al patrimonio de Sarlo.

Una prima desde Viedma


La mujer en cuestión tiene 87 años y reside en la ciudad de Viedma, provincia de Río Negro. Según informó La Nación, ya cuenta con representación legal y se presentó formalmente ante la Justicia para reclamar su lugar como heredera. Su intervención podría invalidar la participación del Estado, que solo accede a herencias cuando no hay herederos.

El expediente, bajo reserva


La jueza Cecilia Kandus, del Juzgado Civil N.º 24, ordenó restringir el acceso público al expediente (n.º 2537/2025) y prohibió a las partes divulgar detalles ante la prensa. La medida busca resguardar la privacidad de Sarlo, especialmente porque se podría debatir su estado mental al momento de escribir un presunto testamento ológrafo, presentado por el encargado del edificio.

El testamento bajo la lupa


El documento en cuestión deja en manos de Meza López —además del departamento— el cuidado de la gata Nini, la mascota de la autora de La intimidad pública. Tanto la abogada de la prima como los representantes legales del encargado habrían impugnado ese testamento y, además, solicitado la exclusión de Sato del proceso.

¿Quiénes podrían heredar?


Alberto Sato, exmarido de Sarlo, fue su esposo legal desde 1966. Aunque estaban separados desde hace décadas y ambos habían formado nuevas parejas, el matrimonio nunca se disolvió formalmente. Esto podría otorgarle derechos sucesorios, aunque su situación aún no fue definida por la Justicia.

Por su parte, Meza López también reclama parte de la herencia, respaldado por el supuesto testamento que lo menciona expresamente. La aparición de la prima complica aún más la causa, ya que, por ley, los primos solo pueden heredar en ausencia total de herederos forzosos (como cónyuges, padres o hijos). La validez de su reclamo dependerá de si se reconoce o no a Sato como heredero legal.

¿Qué sigue?


La jueza Kandus continuará interviniendo en la causa mientras la Cámara de Apelaciones resuelve una cuestión de competencia. En paralelo, las partes deberán presentar pruebas y argumentos que respalden sus derechos sobre el patrimonio.

Aunque el expediente está bajo reserva, la resolución judicial no impide que la prensa informe sobre el avance del caso. La disputa por la herencia de Beatriz Sarlo promete extenderse en el tiempo y sumar nuevos capítulos legales.

Con información de La Nación