Nación y Neuquén acordaron la conservación y búsqueda de inversores para la PIAP de Arroyito

Nación y Provincia encontraron puntos en común y anunciaron que en dos semanas se firmará la renovación del acuerdo y se buscará formas de financiación.

El futuro de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito atraviesa horas decisivas. Ayer se realizó en Buenos Aires una reunión entre autoridades nacionales y provinciales para intentar destrabar la crisis financiera que mantiene paralizada a la planta desde 2017.


El ministro de Planificación de Neuquén, Rubén Etcheverry, confirmó hubo acuerdo entre la provincia y la Nación para firmar un acuerdo en los próximos quince días a fin de renovar el contrato de mantenimiento y avanzar en la búsqueda de financiamiento.

Estamos en Buenos Aires de reunión en reunión y acordamos que firmaremos un acuerdo para garantizar la conservación de la planta y conseguir contratos en firme para lograr el financiamiento”, señaló en diálogo con Diario Río Negro.

La situación de la PIAP se complicó por la deuda superior a los 4.000 millones de pesos que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), dueña del complejo, mantiene con la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), operadora de la planta.

Esa falta de transferencias derivó en retrasos en el pago de salarios, deudas con proveedores y problemas en servicios esenciales como energía eléctrica y transporte de personal.

El conflicto se profundizó cuando, hace cuatro meses, la CNEA resolvió rescindir de manera unilateral el contrato marco que vinculaba a ambas partes.

La medida interrumpió los trabajos de alistamiento necesarios para retomar la producción de agua pesada y puso en duda la continuidad del contrato de mantenimiento más allá de octubre.
Etcheverry advirtió que sin el cuidado adecuado el activo corre riesgo de deterioro irreversible.


Reunión en Buenos Aires



Además del ministro, participaron de la reunión el gerente general de ENSI, Alexander Berwyn, y el presidente de la CNEA, Germán Guido Lavalle.

El objetivo central fue alcanzar un compromiso para sostener la conservación de la planta y definir un esquema de financiamiento.

Paralelamente, ENSI desplegó gestiones para ampliar el mercado de la planta mediante cartas de intención dirigidas a potenciales compradores de agua pesada.

Según Etcheverry, a diferencia de dos años atrás, cuando no existía interés global, hoy aparecen nuevas aplicaciones en sectores no nucleares y, en menor medida, en el ámbito nuclear, lo que abre una oportunidad para garantizar su viabilidad económica.

Hasta ahora, la provincia logró afrontar el pago de salarios de los trabajadores, aunque persisten atrasos con proveedores claves como el Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN) y la empresa de transporte ARCA.

La PIAP fue inaugurada en 1993 y su capacidad de producción era de 200 toneladas de agua pesada por año, lo que en su momento la convirtió en la más grande del mundo.


El futuro de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito atraviesa horas decisivas. Ayer se realizó en Buenos Aires una reunión entre autoridades nacionales y provinciales para intentar destrabar la crisis financiera que mantiene paralizada a la planta desde 2017.

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