Triple Femicidio: «La mató con un destornillador en el cuello», los pormenores del crudo relato de una detenida

Diario RÍO NEGRO accedió a la declaración completa de Celeste Magalí González Guerrero. Le contó al fiscal que su pareja le confesó haber matado a una de las jóvenes y marcó a cada miembro de la banda.

En una extensa declaración ante el fiscal Carlos Arribas, Celeste Magalí González Guerrero, detenida por el triple femicidio Lara Gutiérrez, Brenda Del Castillo y Morena Verdi en Florencio Varela, brindó un relato detallado de lo ocurrido los días previos y posteriores al crimen. En su exposición, intentó deslindarse de responsabilidad directa, señalando a su pareja y a un grupo de hombres peruanos como los autores materiales. Diario RÍO NEGRO accedió al documento judicial completo.

La mujer comenzó describiendo su vínculo con Miguel Villanueva, alias “Gonzalo”, y con un sujeto conocido como “Julio” o “Pequeño J”. Según dijo, fue este último quien llamó dos días antes del hecho para coordinar un encuentro en su casa, ubicada en Villa Vatteone, Florencio Varela.

Celeste aseguró que el viernes previo al hallazgo de los cuerpos, su madre se llevó a su hijo como cada fin de semana, y que ella salió a vender estupefacientes junto a Miguel.

Detalló que la droga provenía de Pompeya, desde un departamento donde operaba Julio junto a otros jóvenes peruanos.


Incriminó a su pareja y reconoció el escenario del triple crimen


La imputada reconoció que su vivienda fue el escenario del crimen, pero afirmó que al momento de los asesinatos no estaba presente. Dijo que esa noche, al regresar cerca de las cuatro de la mañana, encontró a Miguel con una herida en un dedo y manchas de sangre, quien le explicó que había matado a una de las chicas con un destornillador y un vidrio cuando intentó escapar.

«Me dijo que la mató con el destornillador clavándoselo en el cuello y como seguía viva, fue al fondo a buscar un fierro y se lo aplastó en la cara», dijo en la declaración.


«El Duro ordenó los crímenes»


Relató que al ingresar vio a tres hombres en su casa: uno alto, otro robusto y un tercero de tez blanca. Todos, según ella, eran peruanos y usaban guantes de látex. “Les abrió Miguel, seguro llegaron con Paco, Nero y Matías”, afirmó, agregando que las jóvenes “bajaron sonrientes, creyendo que iban a una fiesta”.

Identificó entre los presentes a “Julio”, a “Rulos” (Kevin Valverde), a “Nero” (José), y a “Paco”, todos vinculados al tráfico de drogas. También mencionó a un hombre apodado “el Duro”, identificado como Víctor Lázaro Sotacuro, a quien señaló como jefe del grupo.

González Guerrero aseguró que “el Duro” ordenó el crimen porque “les habían robado 30 kilos de cocaína”. Según su testimonio, “dos de las chicas fueron las que participaron del robo”, y una de ellas, la menor de 15 años, “no tenía nada que ver”.

Afirmó que Matías Ozorio, uno de los mencionados y detenidos en la causa, le contó que a Julio le habrían pagado “un millón de dólares” por el trabajo, y que Miguel no recibió dinero alguno. “Él lo hizo gratis, por obedecer órdenes”, declaró.


El orden de las muertes y una macabra propuesta


Al ser consultada sobre la mecánica del hecho, dijo que Miguel le contó que primero mataron a Brenda, luego a Morena y por último a Lara. “Le dijo a Lara que si hacía el amor con el hombre de la Glock quizá vivía, pero le respondió que igual iba a morir”, relató.

Aseguró que los homicidios fueron transmitidos por videollamada a dos personas conocidas como “Papá” y “Lima”, supuestos jefes del grupo que estaban en José C. Paz. Según su versión, esa comunicación se habría hecho mediante una aplicación llamada “Zangi”.

Celeste dijo que en su celular se conservaban los mensajes y el patrón de desbloqueo, “12345”, para comprobar lo que narraba. También sostuvo que uno de los testigos, identificado como Matías, “vio en vivo cuando mataban a una de las chicas”.

En otro tramo de su testimonio, sostuvo que Jeremías Giménez fue llamado por Miguel para ayudar a “acomodar la tierra” en el patio, donde luego se hallaron los cuerpos. “Le dio tres palas para tapar todo”, afirmó.

Reconoció que días después del hecho, envió audios a su madre contando lo que temía: “Le dije que necesitaba encontrarme con Miguel para que no se escape, porque él sabía dónde estaba Julio y todo lo que habían hecho”.

También aseguró haber estado amenazada por su pareja. “Miguel me decía que si lo traicionaba me iba a matar”, explicó ante el fiscal, justificando así por qué en un primer momento mintió sobre las heridas de él.

La vivienda de Rodríguez donde estaban los cuerpos de Brenda, Morena y Lara.

Cuando el fiscal le preguntó por otros nombres, respondió que no lo conocía. Tampoco reconoció a un tal Claudio Cáceres, mostrado a través del sistema RENAPER.

Finalmente, González Guerrero negó la participación de su hermana Iara Ibarra y de su cuñado Maximiliano Parra. “No tienen nada que ver, solo estaban en casa cuando fueron a allanar”, sostuvo.


El desafío de los roles


El fiscal ahora espera la declaración de Florencia Ibáñez, que se realizará este jueves. La mujer es sobrina de Víctor Sotacuro, mencionado como «Duro» y quien ordenó los crímenes por Celeste Magalí González Guerrero. Estaba junto al hombre en el auto que dio soporte a la camioneta donde trasladaron a Morena, Brenda y Lara.

Su palabra en el contexto de una audiencia será clave para buscar coincidencia con lo pronunciado por Guerrero y además, para establecer los roles dentro de la banda y la organización de los crímenes.

La fiscalía considera en el esquema la jerga de las organizaciones narcocriminales. Según se precisó, «abuelo» es quien la produce, el máximo dentro de la escala, y «papa» es quien baja en toneladas la droga. Luego están los «tios» y después los «pequeños», como Julio, que solo manejaba 10 o 7 kilos de drogas.

Últimos están los pibes, los que venden, a los que le dicen «los bebes o mulo».

Celeste Magalí Gónzalez al igual que los otros ocho detenidos, está imputada por homicidio calificado por ser cometido con el concurso premeditado de dos o más personas, por ser cometido con alevosía y ensañamiento.


En una extensa declaración ante el fiscal Carlos Arribas, Celeste Magalí González Guerrero, detenida por el triple femicidio Lara Gutiérrez, Brenda Del Castillo y Morena Verdi en Florencio Varela, brindó un relato detallado de lo ocurrido los días previos y posteriores al crimen. En su exposición, intentó deslindarse de responsabilidad directa, señalando a su pareja y a un grupo de hombres peruanos como los autores materiales. Diario RÍO NEGRO accedió al documento judicial completo.

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