Mapa interactivo | Agro en el desierto argentino: qué se produce en la región más grande y árida del país
Sus condiciones climáticas y la disponibilidad de agua para riego dotan a este lugar de gran potencial y versatilidad. Su diversidad productiva quedó plasmada en el mapa de Río Negro Rural y en completas galerías de fotos.
En una inmensa proporción de la Patagonia, la región argentina más grande, el clima es árido, con precipitaciones que no suelen superar los 300 milímetros anuales. Es por ello que el establecimiento de comunidades y el desarrollo de actividades productivas tienden a concentrarse cerca de los cauces de agua que por el deshielo en la Cordillera de los Andes.
En nuestro mapa interactivo se observa con claridad que los valles de los ríos de origen nival (Limay, Neuquén y Negro) son las zonas de la Norpatagonia más densamente ocupadas por establecimientos agroalimentarios. No es casual: el riego es un aliado fundamental para aprovechar las excelsas condiciones climáticas del lugar (alta heliofanía, baja humedad relativa, gran amplitud térmica, etc).
Las notas y videos realizados en cada visita de Río Negro Rural a los productores de Río Negro, Neuquén y otras provincias se encuentran condensadas en el mapa productivo de la Patagonia, recientemente estrenado. El mismo cuenta con filtros, marcadores y ventanas emergentes para hacer la experiencia más sencilla y agradable. Hacé click en el MAPA PRODUCTIVO DE LA PATAGONIA para conocerlo.
En el Valle Inferior, la ganadería deja lugar a la diversificación
Los bovinos para producción cárnica marcan el pulso de esta región. Sin embargo, la presencia de los mayores establecimientos productores de leche de la Patagonia, de los principales productores de papas de Argentina y la consolidación del clúster de frutos secos son ejemplos que muestran con elocuencia la versatilidad de la zona más oriental de la provincia.
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Viedma, Río Negro. La Cantera sumó la agricultura propia a su excelencia en genética (que le valió un histórico premio en Palermo).
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Viedma, Río Negro. Los mayores tambos de la Patagonia: hasta 65.000 litros de leche por día y a menor costo que en Buenos Aires.
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Carmen de Patagones, Buenos Aires. El gran productor de papas de Argentina tiene 2.750 hectáreas bajo riego entre el Valle Inferior y Valle Medio.
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Viedma, Río Negro. Allhue integra el polo de frutos secos de Valle Inferior: más de 100 hectáreas de nogales, almendros y avellanos.
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Viedma y Guardia Mitre, Río Negro. El éxito del ganadero Gonzalo Pazos se basa en complementar el secano en Guardia Mitre con el riego en el Idevi.
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Viedma, Río Negro. Frente al aumento del precio del ternero, Agustín Paniz pateó el tablero recriando en el monte: 460 gramos diarios.
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Viedma, Río Negro. Sergio Raffín tuvo que dejar la fruticultura en el Alto Valle por consejo médico y hoy es un exitoso ganadero.
Fruticultura: la actividad insignia del Alto Valle que alberga grandes historias
En la voz de algunos de sus protagonistas, hemos difundido inspiradores casos de éxito y resiliencia de una de las economías regionales más importantes de Argentina. La actividad inició el 2025 con rendimientos récord, y lo cerró con los efectos de una polinización deficiente y de inclemencias climáticas.
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Allen, Río Negro. Gustavo Arno maneja 250 hectáreas y crece gracias a la consolidación de su marca en el mercado interno.
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Cipolletti, Río Negro. Gabriel Grisanti sigue al frente de Tres Ases, la emblemática firma que produce 50.000 toneladas de frutas al año.
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Villa Regina, Río Negro. Manzanas y mercado interno, los principales ejes de trabajo de Martín Rossi, un joven productor frutícola.
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Gral. Enrique Godoy, Río Negro. A Néstor “Tati” Vodanovich la vida le dio la chance de retornar a la fruticultura, que había marcado su infancia.
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Allen, Río Negro. La firma de Juan Patalano y sus hijos encierra la historia de quienes empezaron de cero y hoy están en su apogeo.
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Villa Regina, Río Negro. A Martín López, comerciante desde siempre, el contexto lo llevó a hacerse fruticultor. Un cambio obligado y exitoso.
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Allen, Río Negro. Arnaldo “Chiche” Brevi fue protagonista de una nota conmovedora: a sus 87 años, sigue plantando en la chacra.
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Chichinales, Río Negro. Oscar Celestino en “la medialuna” de su planta de empaque, la que le da nombre a su chacra en Valle Azul.
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Allen, Río Negro. Carlos Martínez continúa el legado familiar con foco en la fruticultura y exporta su propia producción.
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Mainqué, Río Negro. “La fruticultura no me tocó: la elegí”. Jeremías Aventín llegó de La Plata para producir con Soledad Ibáñez, su mujer.
Agricultura y ganadería, un solo corazón en el Valle Medio
Esa región se consolida como uno de los nodos pecuarios más importantes de la Patagonia, donde los altísimos rindes agrícolas dotan de eficiencia a la recría y engorde de bovinos. Los productores recordarán este año por mucho tiempo: fue para el mercado de hacienda y carne un punto de inflexión, marcando el inicio de un ciclo favorable que habría llegado para quedarse.
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Pomoma, Río Negro.Nicolás Stier es agricultor, ganadero y también contratista: encontró en la maquinaria la llave de la rentabilidad.
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Colonia Josefa, Río Negro. Con más de mil hectáreas propias y alfalfa de otros chacareros, Agrónica exporta megafardos a todo el mundo.
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Choele Choel y Río Colorado, Río Negro. Los Giretti son una referencia en la cría bovina en secano, optimizando el manejo animal y el pasto, a veces escaso.
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Lamarque, Río Negro. Mario Rodríguez fue empleado día y noche. Hoy hace agricultura y ganadería junto a su hijo en tres chacras propias.
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Lamarque, Río Negro. Los O’Dwyer, una agroempresa con sede central en Entre Ríos, decide apostar al riego y los valles rionegrinos.
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Negro Muerto, Río Negro. Desde hace años, Kaitaco convierte en realidad el enorme potencial agrícola y ganadero de esta incipiente zona.
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Darwin, Río Negro. Claudio Segatori tiene 4.600 cabezas. Su eficiente sistema está integrado y cuenta con producción forrajera propia.
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Luis Beltrán, Río Negro. La chacra de Otto Garbers tiene una bella casona centenaria y un hito: 120 toneladas de maíz por hectárea.
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Coronel Belisle, Río Negro. José Sáenz llegó de Buenos Aires, se enamoró del Valle y compró 630 hectáreas. Así, cambió el secano por el riego.
La industria del Alto Valle se apoya en los frutos de sus chacras
Los productores de frutas necesitan y desarrollaron una red de proveedores y clientes que redundan en agregación de valor en Río Negro y en la generación de cientos de puestos de trabajo. Lo mismo sucede gracias a la integración vertical de empresas vitivinícolas: las uvas cosechadas son sometidas a cuidadosos procesos industriales para la obtención de vinos de los más altos estándares.
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Allen, Río Negro. Pequeña Destilería Argentina capta la esencia de las peras Williams, con un aguardiente que se exporta en un 99%.
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General Roca, Río Negro. Patagonia Envases procesa 50.000 toneladas de madera al año y fue pionero al producir el clásico cajón de frutas.
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Villa Regina, Río Negro. Pazima, fábrica de maquinaria, nació en el auge frutícola y van rumbo a exportar plataformas para cosechar palta.
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General Roca, Río Negro. Juan Martín Vidiri, de Humberto Canale: la bodega centenaria produce más de un millón de litros de vino al año.
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General Roca, Río Negro. Alfredo Ghirardelli, Bodega Agrestis, productor frutícola y elaborador de espumantes reconocidos en el país.
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Villa Regina, Río Negro. Daniel González, de Jugos S.A., una empresa emblema que procesa casi 2.000 tn de fruta por día en temporada.
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General Roca, Río Negro. Virginio Saccani rescató una bodega en 1957. Casi 70 años después, Sidra Del Valle se consolida como marca líder.
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Valle Azul, Río Negro. Felipe Menéndez, Bodega Ribera del Cuarzo, un enamorado del tesoro vitivinícola que encierra la Patagonia.
Neuquén, más allá de Vaca Muerta: la riqueza que brota sobre la tierra
Mediante el aprovechamiento del agua de los ríos Neuquén y Limay, principalmente, la actividad agroalimentaria en esta provincia sigue avanzando. La cobertura de Río Negro Rural es una pequeña muestra de su diversidad productiva: frutas finas, de carozo y de pepita, frutos secos, olivicultura, ganadería y agricultura son algunos de los sectores provinciales abordados este año.
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Plottier, Neuquén. El polo de frutillas de la Patagonia está en Neuquén, con 2.900 toneladas al año. El motor es la comunidad boliviana.
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Añelo, Neuquén. La calidad de los aceites de oliva patagónicos destaca a nivel mundial. Olivares del Neuquén es ejemplo de ello.
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Picún Leufú, Neuquén. Patagonia Nogales tiene 120 hectáreas y el único galpón habilitado para exportación de nueces en la provincia.
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Senillosa, Neuquén. Cristina Cervi en una plantación de damascos en flor. La floración de los carozos a la vera del Limay fue retratada.
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Plottier, Neuquén. Establecimiento Limay Alto, de Lucio Agúndez, apuesta fuerte al Wagyu, la raza bovina de origen japonés.
De remolacha forrajera a hongos: la diversificada economía rionegrina
La producción de forrajes y la ganadería (bovina y porcina) se consolidan en el Alto Valle, haciéndose lugar entre las tradicionales chacras frutícolas de la región. La versatilidad productiva del Valle Medio también es patente: además de la ganadería, la fruticultura de punta y la horticultura también pisan fuerte allí. Asimismo, en 2025 contamos la historia de uno de los viveros más importantes de Argentina.
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Valle Azul, Río Negro. Por sus increíbles resultados, la remolacha forrajera ya es parte estable del sistema ganadero de Chacra Azul.
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Mainqué, Río Negro. En el establecimiento agropecuario Esperanza SRL, Francisco Pili logró la primera cosecha de soja en el Alto Valle.
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Valle Azul, Río Negro. Nicolás García, de Agropecuaria Don Manuel, logró 2.198 kilos de carne por hectárea a pasto con remolacha.
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Villa Regina, Río Negro. Cabaña Valle Azul es la granja porcina en la que se producen 4 de cada 10 cerdos faenados en Patagonia.
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Villa Manzano, Río Negro. Los Álamos es el vivero que motoriza a la fruticultura regional desde hace 105 años y líder nacional en rosas.
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Ingeniero Huergo, Río Negro. Franco Gutiérrez le da continuidad al legado familiar y apuesta a la actividad agropecuaria en el Alto Valle.
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Choele Choel, Río Negro. Diego Gordon, Establecimiento la Media Luna. Un polo cebollero que busca abrir nuevos mercados de exportación.
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Chimpay, Río Negro. Julio Dillon, gerente de Producción de Emelka. Una empresa en constante crecimiento con 500 ha plantadas.
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Valle Azul, Río Negro. Baldomero Bassi, cabaña El Molino. 500 hectáreas bajo riego y más de 60 años de tradición en cría de Hereford.
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Fernández Oro, Río Negro. Lucía Umile y Ariel Bahamondes, los creadores de Fusión Funga. La magia de cultivar hongos en sustrato.
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Ingeniero Huergo, Río Negro. LG Agropecuaria. Producción de alfalfa para cría y engorde de ganado en una empresa netamente familiar.
En una inmensa proporción de la Patagonia, la región argentina más grande, el clima es árido, con precipitaciones que no suelen superar los 300 milímetros anuales. Es por ello que el establecimiento de comunidades y el desarrollo de actividades productivas tienden a concentrarse cerca de los cauces de agua que por el deshielo en la Cordillera de los Andes.
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