Emforsa, paralizada y costosa para Río Negro

El Estado provincial destinó el año pasado 1,6 millones para la empresa forestal, que hace 11 años no registra actividad plena. Ahumedes, el nuevo presidente, promete un plan de expansión.

Emforsa, la firma forestal mixta que integra el Estado rionegrino tuvo el año pasado un presupuesto de 3,4 millones pero la provincia aportó 1,6 millones para su funcionamiento, es decir un 47%. Tiene 27 empleados y su política de forestación está casi paralizada desde hace 11 años, según reconoce el flamante presidente, Jorge Ahumedes.

Hoy la empresa está siendo sometida a una auditoría contable. Los planes destinados a superar los escollos financieros prevén el autofinanciamiento en el corto plazo. “Todo está a disposición del Tribunal de Cuentas, la Fiscalía de Estado o la Justicia; que se tendrán que ocupar de mirar para atrás, y mirar los números no es mi función”, afirmó Ahumedes.

El nuevo titular fundamenta su postura asegurando que si se concentra en esa tarea de revisión “no puedo trabajar”, por lo tanto indica que “no soy quien debe juzgar lo que pasó”.

El año anterior, esta sociedad –con participación estatal mayoritaria pero también privada– entró en un virtual cese de actividades. En el primer bimestre se llegó a facturar apenas 35.000 pesos contra 200.000 de sueldos, lo que representaba la cobertura de apenas el 15% de los gastos de funcionamiento.

Respecto de los planes de expansión, Ahumedes prevé el autofinanciamiento en el corto plazo. La decisión actual es que de las ventas, un 50% vaya a la capitalización mientras que el resto sea volcado en reposiciones (de coníferas y álamos) o nueva forestación.

El patrimonio de Emforsa está compuesto por unas 1.500 hectáreas de bosques, principalmente en la Zona Andina y un poco menos en General Conesa. Se complementa con dos aserraderos móviles, tres desvencijadas camionetas y un equipo para la impregnación de postes de álamo.

Otra de las utilidades son 350.000 plantines de pinos. Existen bosques a punto de poder explotarse en virtud de que hubo un bache de 11 años en la actividad, y recientemente se vendió a un privado de la zona de Tigre alrededor de 2.000 toneladas de álamo para emplearse en la fabricación de cucharitas y el soporte de “palitos helados”. Ahumedes insistió en que “si queremos que Río Negro sea una provincia forestal o como Neuquén tenemos que lograr el autofinanciamiento”.

Consideró que el Estado “no debe ser el forestador” sino que “debemos promocionar al privado, y el rol de la empresa será que decida quien lo hace, dónde y cómo se canalizan las inversiones”.

Puso como ejemplo que “si tenemos un excedente de dos millones de pesos en lugar de repartir utilidades, porque no es nuestra intención que sea ‘rentable’ sino una firma de inversión; es que entregaremos líneas de crédito o subsidios”.

Según el directivo, uno de los esquemas a probar puede ser el financiamiento en esta actividad por medio del Fondo Nacional del Bicentenario, y por lo tanto “estamos viendo experiencias en otras provincias”. Opera con una tasa del 7,5% anual, y si se prestan 10.000 pesos, se devuelve recién al corte de los árboles (entre 10 y 20 años) con lo cual el privado podrá obtener una renta de 200.000 pesos.

Pronosticó que “es negocio para todos porque el retorno que necesita el Bicentenario son los plazos jubilatorios (de la Anses), y este tipo de labores agrícolas se ajusta a los plazos jubilatorios.

(AV)

Marcelo Ochoa


Emforsa, la firma forestal mixta que integra el Estado rionegrino tuvo el año pasado un presupuesto de 3,4 millones pero la provincia aportó 1,6 millones para su funcionamiento, es decir un 47%. Tiene 27 empleados y su política de forestación está casi paralizada desde hace 11 años, según reconoce el flamante presidente, Jorge Ahumedes.

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