El tiempo pasa, Sobisch sigue
“En la cancha se ven los pingos”, dijo Sapag al pronosticar resultados electorales promisorios para el MPN.
gerardo bilardo gbilardo@rionegro.com.ar
No resulta meritorio terminar cuentas pendientes con la Justicia sólo porque el expediente durmió el tiempo exacto en que prescribe la acción penal del delito que se imputa. Un final digno estaría dado en la posibilidad de demostrar la inocencia en un juicio y no en el uso de cuanta herramienta procesal hay disponible, acompañado por el abuso de los más variados artilugios para conseguir la prescripción. Esto es lo que sucedió esta semana con el sobreseimiento que resolvió el juez instrucción Alejandro Cabral y que benefició al exgobernador Jorge Sobisch, en un fallo que ventila el recorrido serpenteante del expediente y los lugares de enfriamiento de la causa. De no prosperar la apelación anunciada por la querella, no habrá chance de conocer si el beneficiado por la resolución judicial cometió o no abuso de autoridad por ordenar a la policía mantenerse al margen de un enfrentamiento ocurrido en marzo del 2006 en Plaza Huincul entre supuestos obreros de la construcción y manifestantes del gremio docente que protestaban frente a la puerta de la destilería de esa localidad. En la causa conocida como “zona liberada”, Sobisch obtuvo un resultado a un precio vergonzante y el Poder Judicial afianzó una imagen desbalanceada y alimentó la sensación de que la impunidad sigue siendo posible en esta provincia. La prueba de que no es un fallo para celebrar es la ausencia de una declaración del propio beneficiado. Cuesta imaginar al exgobernador proclamando una inocencia que no ha sido probada. Al justificar el sobreseimiento de Sobisch, el juez Cabral destacó que la causa permaneció en el Tribunal Superior de Justicia un año, cuatro meses y 17 días y que el expediente regresó a su despacho cuando se encontraba de licencia. También destacó que la denuncia se presentó casi tres años después de cometido el presunto delito, el 9 de febrero de 2009. Al día siguiente de concluidas sus vacaciones, Cabral fijó el calendario de audiencias para el juicio. Sobisch tenía que concurrir los días 7, 8, 9 y 12 de noviembre, pero la repentina aparición de una afección cardíaca, reportada el 6 por la defensa, selló la suerte del trámite judicial. El exgobernador se encontraba internado en Entre Ríos y ese movimiento final clausuró un largo camino de maniobras dilatorias. El delito que se le imputó a Sobisch tiene una pena máxima de dos años de prisión y la causa prescribió porque en ese lapso de tiempo no se produjo ningún acto que interrumpiera el proceso. El juez dijo al respecto que lo único que podía modificar el destino de su fallo era una sentencia condenatoria, aunque no quedara firme, o la denuncia de un nuevo delito. Sobisch no figura como imputado en ninguna otra causa, aunque en otras dos se intenta vincularlo desde la querella. Una es la Fuentealba II, que busca determinar las responsabilidades políticas de la represión sobre la Ruta 22 en Arroyito que terminó con la vida del docente en abril del 2007. El otro expediente es por un crédito de seis millones de pesos otorgado por el Iadep para la refacción del hotel Sol de San Martín de los Andes. Optimismo La interna por los cargos electorales dentro del Movimiento Popular Neuquino ya está en línea de largada. El líder sindical de los petroleros, Guillermo Pereyra, se puso en carrera y abrió la lista de postulantes antes de terminar el año. El gobernador Jorge Sapag es optimista sobre el resultado que puede obtener en las próximas elecciones legislativas. Desde Villa La Angostura dijo esta semana que espera que su partido ocupe nuevamente dos bancas en el Senado –en la actualidad tiene una– y que aspira a mantener los dos lugares que el MPN controla en Diputados. En una entrevista que publicó este diario el domingo anterior, Sapag dijo que no avanzará en definiciones de candidaturas hasta después de la primera quincena de enero. Cuando dio a conocer este dato, el gobernador ya sabía que Pereyra se iba a presentar en la interna, pero no le dio respaldo explícito al dirigente gremial, una pieza importante en la construcción de poder del gobernador en diferentes etapas de la gestión. En la misma entrevista Sapag fue más categórico cuando aclaró que, si Sobisch llegara a presentarse en la interna como precandidato a senador, no lo haría por la lista Azul, que es la que identifica al sector que lidera Sapag. En el gobierno siguen evaluando que en el 2013 comenzará una etapa creciente de cosecha de las inversiones que se acentuaron este año en los yacimientos de hidrocarburos, con una proyección de maduración de esa política para el 2014. Un escenario de mayor tranquilidad en las finanzas a partir de los recursos de la renta petrolera pondría al MPN en posición expectante para retener el poder en el 2015. El viernes pasado en Villa La Angostura, Sapag describió de esta manera el futuro en el que está pensando: “El 2014 será el año que defina lo electoral del 2015. El 2013 será preparatorio, será un apronte, un precalentamiento. Y ahí se va a ver… en la cancha se ven los pingos”.
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