Obama endurece el tono

WASHINGTON.- El endurecimiento del tono de Estados Unidos tras un ataque con armas químicas en Siria la semana pasada marcó una evolución notable del presidente Barack Obama, quien jamás ha ocultado su reticencia a intervenir militarmente en Medio Oriente. Cuando el viernes ya habían dado la vuelta al mundo las imágenes de decenas de cadáveres de civiles, muertos según la oposición dos días antes en un ataque de las tropas sirias con armas químicas en las afueras de Damasco que dejó 1.300 fallecidos, Obama seguía mostrándose prudente y declaró a la CNN, que, en su opinión, las denuncias eran “un acontecimiento importante y muy preocupante”. Pero ayer el secretario de Estado, John Kerry, afirmó que se había confirmado el uso de armas químicas en el ataque, al que calificó de imperdonable “obscenidad moral” contra civiles. “Se utilizaron armas químicas en Siria” dijo Kerry; “lo que vimos en Siria la semana pasada debería golpear la consciencia del mundo. Desafía cualquier código moral”, agregó. El cambio de actitud y tono ya se había observado durante el fin de semana en la Casa Blanca. El presidente convocó a su equipo de Seguridad Nacional, conversó por teléfono con su homólogo francés, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, al tiempo que el Pentágono informaba del despliegue de naves equipadas con misiles de crucero frente a Siria. Un alto funcionario del gobierno explicó el domingo que el gobierno seguía “evaluando los hechos para que el presidente pueda tomar una decisión con conocimiento de causa sobre el modo de responder al uso de armas químicas”. En sus cuatro años y medio de presidencia, Obama ha demostrado su máxima reticencia a intervenir militarmente en el mundo árabe-musulmán, después de haber basado una parte de su candidatura a las elecciones del 2008 en el rechazo de la invasión estadounidense “impulsiva” y “estúpida” de Irak en 2005. Pero en marzo del 2011 implicó al ejército estadounidense en la operación que derrocó a Muamar Gaddafi en Libia, mientras que la “guerra secreta” de los drones en Pakistán y Yemen ha tomado una perspectiva más amplia bajo su mandato. “Decir que la fuerza es a veces necesaria no es un llamamiento al cinismo, es un reconocimiento a la historia, de las imperfecciones del hombre y de los límites de la razón”, afirmó Obama cuando recogió en el 2009 el Premio Nobel de la Paz. Pero las nuevas operaciones militares ordenadas por Obama tuvieron un punto en común: ningún estadounidense puso un pie en la zona de conflicto. (AFP)


WASHINGTON.- El endurecimiento del tono de Estados Unidos tras un ataque con armas químicas en Siria la semana pasada marcó una evolución notable del presidente Barack Obama, quien jamás ha ocultado su reticencia a intervenir militarmente en Medio Oriente. Cuando el viernes ya habían dado la vuelta al mundo las imágenes de decenas de cadáveres de civiles, muertos según la oposición dos días antes en un ataque de las tropas sirias con armas químicas en las afueras de Damasco que dejó 1.300 fallecidos, Obama seguía mostrándose prudente y declaró a la CNN, que, en su opinión, las denuncias eran “un acontecimiento importante y muy preocupante”. Pero ayer el secretario de Estado, John Kerry, afirmó que se había confirmado el uso de armas químicas en el ataque, al que calificó de imperdonable “obscenidad moral” contra civiles. “Se utilizaron armas químicas en Siria” dijo Kerry; “lo que vimos en Siria la semana pasada debería golpear la consciencia del mundo. Desafía cualquier código moral”, agregó. El cambio de actitud y tono ya se había observado durante el fin de semana en la Casa Blanca. El presidente convocó a su equipo de Seguridad Nacional, conversó por teléfono con su homólogo francés, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, al tiempo que el Pentágono informaba del despliegue de naves equipadas con misiles de crucero frente a Siria. Un alto funcionario del gobierno explicó el domingo que el gobierno seguía “evaluando los hechos para que el presidente pueda tomar una decisión con conocimiento de causa sobre el modo de responder al uso de armas químicas”. En sus cuatro años y medio de presidencia, Obama ha demostrado su máxima reticencia a intervenir militarmente en el mundo árabe-musulmán, después de haber basado una parte de su candidatura a las elecciones del 2008 en el rechazo de la invasión estadounidense “impulsiva” y “estúpida” de Irak en 2005. Pero en marzo del 2011 implicó al ejército estadounidense en la operación que derrocó a Muamar Gaddafi en Libia, mientras que la “guerra secreta” de los drones en Pakistán y Yemen ha tomado una perspectiva más amplia bajo su mandato. “Decir que la fuerza es a veces necesaria no es un llamamiento al cinismo, es un reconocimiento a la historia, de las imperfecciones del hombre y de los límites de la razón”, afirmó Obama cuando recogió en el 2009 el Premio Nobel de la Paz. Pero las nuevas operaciones militares ordenadas por Obama tuvieron un punto en común: ningún estadounidense puso un pie en la zona de conflicto. (AFP)

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