El doctor de la motoneta
En 1955 llegaba a Neuquén el matrimonio de médicos compuesto por Víctor Peláez y Beatriz Battisti. Él con 27 años, ella con 25. Estaban recién casados y por cuestiones políticas, los habían despedido de la Maternidad de su Córdoba natal, por lo que emprendieron viaje a la zona de la Confluencia para iniciar una nueva vida. Ambos trabajaron en el Centro Materno Infantil del Hospital Neuquén. Peláez asume en 1958 la dirección de ese centro asistencial, donde trabajará durante 11 años. Por su parte, la doctora Battisti fue la primera pediatra que llega a Neuquén, profesión que ejerció hasta su muerte en 1984 a los 53 años. Tuvieron ocho hijos y una dilatada actividad social, comunitaria y política. Beatriz fue la impulsora del Centro de Educación Física Nº 1, que lleva su nombre. Mientras que el doctor Peláez fue electo diputado nacional por la UCR en dos períodos, presidente del comité radical de Neuquén e integró diversas instituciones. Cuando llegaron a fines de 1955 alquilaron una pieza en Independencia 114. A los pocos días le enviaron desde Córdoba su motoneta que le servía para realizar las visitas médicas en el pueblo y la zona rural. “Me decían el doctor de la motoneta”, añade Peláez. También asegura que desde que llegaron a Neuquén les asombró la generosidad de toda la gente y que siempre sintieron las “puertas abiertas” de los vecinos. Trabajaron casi un año sin cobrar en el hospital, hasta que llegaron los nombramientos. Por la tarde ambos atendían el consultorio y él se ocupaba de los partos domiciliarios y visitas a enfermos. Recuerda Peláez que en 1955 viajó a General Roca para tirar líneas porque conocía a un médico cordobés. Durante la semana que estuvo en el valle no había conseguido ningún trabajo. El último día, viaja en colectivo hasta Neuquén. Era una tarde de julio y se reúne con los doctores Gervasoni y Linares, que tomaban el té en una confitería del Bajo. Peláez recuerda ese día como si hubiera sido ayer. La charla que mantuvo en los viajes con los dos choferes del colectivo y la buena predisposición que sintió en la gente que encontró en las calles de Neuquén. “De regreso a Roca en el colectivo, me dije: ‘Aquí voy a dejar mis huesos”. El 19 de noviembre de 1955 se casan Beatriz y Víctor y el 3 de diciembre llegan a Neuquén. El primer gobierno provincial que encabezaban Edelman-Asmar, nombra de ministro de Bienestar Social al doctor Eduardo Castro Rendón, quien a su vez designa a la doctora Battisti directora del Centro Materno Infantil del Hospital. Peláez recuerda que había una relación tensa entre los doctores Ramón y Castro Rendón. El primero se alejaba del gobierno y el segundo asumía su cargo en el primer gobierno constitucional provincial. “Los dos –añade- se dieron la mano en el acto de traspaso del Centro a la provincia, se dieron la mano después de décadas de no hablarse, y yo fui testigo que se amigaron”. Posteriormente el doctor Peláez ocupa la dirección del hospital en el período 1958- 1969. Recuerda que había un terreno lindero a su vivienda de Rioja 46 que quería comprar para construir un sanatorio, y se lo vendieron por 100.000 pesos. “Yo le pagaba por mes –recuerda- cuotas de 10.000 pesos y la propietaria del terreno marcaba con una rayita en la puerta de su cocina cada vez que le pagaba. Cuando llegué a la última cuota, escrituramos”. En ese terreno se construyó en 1970 la Clínica Pasteur. Eran socios Peláez, Ángel Romero y David Abraham. Fue este último quien le asigna el nombre, debido a su admiración por la obra del científico francés. (Juan Carlos Tarifa)
En 1955 llegaba a Neuquén el matrimonio de médicos compuesto por Víctor Peláez y Beatriz Battisti. Él con 27 años, ella con 25. Estaban recién casados y por cuestiones políticas, los habían despedido de la Maternidad de su Córdoba natal, por lo que emprendieron viaje a la zona de la Confluencia para iniciar una nueva vida. Ambos trabajaron en el Centro Materno Infantil del Hospital Neuquén. Peláez asume en 1958 la dirección de ese centro asistencial, donde trabajará durante 11 años. Por su parte, la doctora Battisti fue la primera pediatra que llega a Neuquén, profesión que ejerció hasta su muerte en 1984 a los 53 años. Tuvieron ocho hijos y una dilatada actividad social, comunitaria y política. Beatriz fue la impulsora del Centro de Educación Física Nº 1, que lleva su nombre. Mientras que el doctor Peláez fue electo diputado nacional por la UCR en dos períodos, presidente del comité radical de Neuquén e integró diversas instituciones. Cuando llegaron a fines de 1955 alquilaron una pieza en Independencia 114. A los pocos días le enviaron desde Córdoba su motoneta que le servía para realizar las visitas médicas en el pueblo y la zona rural. “Me decían el doctor de la motoneta”, añade Peláez. También asegura que desde que llegaron a Neuquén les asombró la generosidad de toda la gente y que siempre sintieron las “puertas abiertas” de los vecinos. Trabajaron casi un año sin cobrar en el hospital, hasta que llegaron los nombramientos. Por la tarde ambos atendían el consultorio y él se ocupaba de los partos domiciliarios y visitas a enfermos. Recuerda Peláez que en 1955 viajó a General Roca para tirar líneas porque conocía a un médico cordobés. Durante la semana que estuvo en el valle no había conseguido ningún trabajo. El último día, viaja en colectivo hasta Neuquén. Era una tarde de julio y se reúne con los doctores Gervasoni y Linares, que tomaban el té en una confitería del Bajo. Peláez recuerda ese día como si hubiera sido ayer. La charla que mantuvo en los viajes con los dos choferes del colectivo y la buena predisposición que sintió en la gente que encontró en las calles de Neuquén. “De regreso a Roca en el colectivo, me dije: ‘Aquí voy a dejar mis huesos”. El 19 de noviembre de 1955 se casan Beatriz y Víctor y el 3 de diciembre llegan a Neuquén. El primer gobierno provincial que encabezaban Edelman-Asmar, nombra de ministro de Bienestar Social al doctor Eduardo Castro Rendón, quien a su vez designa a la doctora Battisti directora del Centro Materno Infantil del Hospital. Peláez recuerda que había una relación tensa entre los doctores Ramón y Castro Rendón. El primero se alejaba del gobierno y el segundo asumía su cargo en el primer gobierno constitucional provincial. “Los dos –añade- se dieron la mano en el acto de traspaso del Centro a la provincia, se dieron la mano después de décadas de no hablarse, y yo fui testigo que se amigaron”. Posteriormente el doctor Peláez ocupa la dirección del hospital en el período 1958- 1969. Recuerda que había un terreno lindero a su vivienda de Rioja 46 que quería comprar para construir un sanatorio, y se lo vendieron por 100.000 pesos. “Yo le pagaba por mes –recuerda- cuotas de 10.000 pesos y la propietaria del terreno marcaba con una rayita en la puerta de su cocina cada vez que le pagaba. Cuando llegué a la última cuota, escrituramos”. En ese terreno se construyó en 1970 la Clínica Pasteur. Eran socios Peláez, Ángel Romero y David Abraham. Fue este último quien le asigna el nombre, debido a su admiración por la obra del científico francés. (Juan Carlos Tarifa)
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