Un aduanero de Barcelona declaró por “Manzanas blancas”

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BUENOS AIRES (ABA)- Ayer declaró en el juicio por el caso “Manzanas blancas” Gonzalo Emilio Bueno, despachante de un grupo financiero que trabajaba en Barcelona para Brantina, la empresa de Julio Vicente Trivelloni, acusado de ser el destinatario del contrabando frustrado de casi tres toneladas y media de cocaína en cajones de manzanas. Por esa causa están procesados y detenidos el empresario español Valentín Temes Coto, su empleado Claudio Maidana y el empacador allense Nelson Hinricksen. Sólo el primero de ellos asistió a la audiencia de la víspera, en la que Bueno declaró desde la ciudad española por el sistema de teleconferencia. Después que salieron los dos cargamentos que fueron incautados en Santos (Brasil) y en la Terminal 4 de la aduana de Buenos Aires (y que iban hacia Vigo), en octubre de 2010, el juez de instrucción, Jorge Brugo y el fiscal Emilio Guerberoff, pusieron la lupa en un tercer viaje dirigido a Barcelona. Pero pese a que “dieron vuelta” los contenedores, los agentes aduaneros allí no encontraron droga. Gonzalo Bueno (40 años) recordó que cuando Trivelloni fue informado que habían sido intervenidos dos contenedores en Buenos Aires, avisó que iba a realizar la denuncia, para que cuando llegara otro sea revisado. “Después nos enteramos que fue detenido Trivelloni”, apuntó el testigo. Gonzalo Bueno negó conocer tanto a Nicolás Rivera Gámez y a David Temes Arnosi, ambos con libertad condicional tras haber pagado una fianza. En cuanto a Temes Coto, indicó conocerlo “dado que era un cliente proveedor de Trivelloni. Venía un par de veces por año a Barcelona. La relación era sólo comercial”. Ante una pregunta de Ana Baldán, defensora de Temes Coto, acerca de con quién se comunicaba cuando había dificultades con la firma Cobecar (de Coto), el testigo mencionó a Oscar Fresno. Justamente Fresno fue citado para dentro de dos semanas a un careo con el despachante Gonzalo Iglesias, así como también declarará nuevamente Santiago Trivelloni propietario de Tala Viejo (a cuyo nombre, según Temes Coto, se iba a realizar en principio la exportación objeto de la causa) y hermano del dueño de Brantina, para dar más detalles sobre un curioso préstamo de medio millón de dólares que le hizo Temes Coto apenas producido el episodio por el cual se lo investiga.


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