Los hospitales siguen acumulando problemas

Yamil Regules

NEUQUÉN (AN).- Al cumplirse 31 días desde el inicio del paro de trabajadores de ATE Salud y 30 de la huelga del Sindicato de Enfermería de Neuquén (SEN), los hospitales de la provincia se mantienen en vilo, esperando una solución que ponga punto final a un conflicto que no dio tregua durante todo el 2013. Con el paro de los profesionales de Siprosapune, primero, y el de ATE y el SEN ahora, la Salud Pública ingresó en un estado de crisis pocas veces visto. En la capital, el más afectado continúa siendo el de mayor complejidad, el hospital Castro Rendón, que hizo cerca de 50 derivaciones. Hasta ayer continuaba “con los mismos problemas” desde que se inició el conflicto, dijo su director, Adrián Lammel. “Se pudieron aumentar algunas camas pero no en los niveles que los lugares más críticos, como son las terapias, se necesita”, agregó. Lammel indicó que hay alrededor de un 35% del personal trabajando, lo que significa un leve aumento a lo que registraba el hospital hace una semana atrás. A la reincorporación de algunos trabajadores sumó la contratación de 9 enfermeros retirados, que trabajan por día. Los sectores que presentan cierto nivel de “normalización” son el de Obstetricia y Salud Mental. En Neonatología, en cambio, la situación es “igual o peor”. De las 18 camas de internación con las que funciona habitualmente, sólo quedó en condiciones de mantener 6, con tres enfermeros por turno. “Seguimos derivando pacientes todos los días y el problema es que ya casi no hay lugar en las privadas”, señaló la médica del sector, Noemí Grimberg. La profesional informó que llevan entre 25 y 30 traslados al sector privado. El Policlínico, la clínica Pasteur y el sanatorio Juan XXIII de Roca son los centros que más derivaciones han recibido. Esas camas tienen un costo –según lo que pudo relevar “Río Negro”– de entre 2000 y 9000 pesos, de acuerdo a la complejidad, y profesionales y trabajadores coinciden en que “no se sabe cómo se pagarán”. Desde el Heller se indicó que el impacto de las medidas de fuerza “no es equiparable a lo que sucedió en otros hospitales”. El director a cargo, Víctor Noli, señaló que la adhesión ronda el 50%, con una participación más alta del personal de enfermería. “Estamos con atención ambulatoria en guardia y planteles mínimos de enfermeros. Sólo cubrimos las cirugías que ingresan por urgencias”, sostuvo. Las derivaciones del Heller fueron por cuestiones de complejidad.