La Justicia de Faltas en crisis por falta de funcionarios
La jueza Bietti debe atender los dos juzgados desde septiembre. No dan a basto para tratamitar actas.
CONCURSO FRENADO
Las tareas de fiscalización que el área de Inspección General se esmera en profundizar encuentran desde hace tiempo un cuello de botella en la Justicia Municipal de Faltas, que no da abasto para tramitar todas las actas de infracción, con el consecuente enojo de los contribuyentes.
El juzgado de faltas I permanece vacante desde septiembre, cuando la intendenta María Eugenia Martini decidió desplazar al juez interino Gustavo Contín. Desde entonces la titular del juzgado II, Débora Bietti, debe desdoblarse para atender ambos despachos, pero la tarea es demasiada y no puede evitar el atraso de los expedientes.
El concurso convocado para cubrir el juzgado I no registra mayores avances y el Ejecutivo tampoco designó a otro juez en forma provisoria, como era habitual hasta la gestión del propio Contín.
El tribunal evaluador del concurso ya está designado, pero todavía debe reunirse para definir autoridades y evaluar a los dos abogados interesados en el cargo. La selección depende de un proceso evaluatorio, la elaboración de un orden de méritos y finalmente la aprobación por ordenanza. El trámite completo demorará al menos hasta marzo o abril.
Una empleada del juzgado I consultada ayer dijo que los contribuyentes infraccionados se quejan porque suelen presentarse para hacer su descargo y la jueza no los puede atender, ya que concurre a esas oficinas sólo dos días a la semana.
El resto del tiempo lo ocupa en atender su juzgado original, que tiene incumbencia exclusiva sobre asuntos de tránsito y recibe varios cientos de actas cada semana.
Igual o mayor es el volumen de trabajo del juzgado de faltas con sede en Mitre al 500, que concentra las infracciones relacionadas con temas tan distintos como pirotecnia, venta de alcohol, tributario, cartelería, perros sueltos, obras particulares, turismo, venta ambulante y defensa del consumidor.
Contín fue removido en septiembre pero cobró su remuneración hasta diciembre, porque Martini decidió respetarle el contrato para evitar un revés judicial.
Lo curioso es que el propio Contín, que se fue con la opinión favorable de varios empleados del juzgado, es uno de los dos postulantes en el concurso. El otro es Marcos Miguel, actual integrante de la Junta Electoral. Una tercera anotada era Carolina Van der Becke, quien desistió cuando la designaron secretaria de Seguridad del municipio.
Un cartel en el juzgado I advierte al público sobre el esquema de emergencia y la posibilidad de realizar descargos por escrito. Además de la jueza (a tiempo parcial), trabajan en esa dependencia una secretaria y cuatro administrativos, dos de los cuales están de vacaciones.
Un inspector municipal consultado por este diario dijo días atrás que ampliaron los operativos y suelen trabajar horas extra para dar respuesta a las demandas de mayor fiscalización. Lo común es entonces que documenten gran cantidad de infracciones, “pero después las sentencias no salen, porque el juzgado está saturado”.
El tribunal examinador que debería agilizar el concurso está integrado por Hernán Santoli y Horacio Fernández por el Ejecutivo: Diego Benítez y Mauro González por el Concejo y Daniela Núñez por el Tribunal de Contralor.
DeBariloche
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