A veces, sólo los rezos ayudan a espantar el miedo
La religión ayuda a la gente a soportar mejor la guerra.
«Me siento apaciguado en cuanto escucho el nombre de Dios en la oscuridad. Repito las palabras del muecín y rezo», explica Bassam Mohamad, un vendedor de fruta que duerme cerca de su puesto.
El horror es cada vez más cotidiano en Bagdad. Casi todas las familias del humilde barrio al-Shula tienen una historia de horror para contar luego de la lluvia de fuego que cayó la noche del sábado.
Estados Unidos dijo que estaba investigando para determinar si alguna de sus bombas o misiles había causado la destructiva explosión que mató al menos a 62 personas al atardecer del viernes en el corazón de Bagdad. Para los traumatizados residentes del barrio chiíta musulmán, las conclusiones de la investigación significaron muy poco.
En casa de Sumaya Abed, la escena era devastadora. Estaba delirante, sumida en la angustia. «Ali, Hussein y Mohammad se fueron. Mis tres niños están muertos», dijo Abed, sollozante, repitiendo la frase una y otra vez. «ÁOh Dios! ¿A quién acudimos en nuestra pena? ¡Oh Dios! ¿A quién le decimos de nuestra desgracia? Sólo somos unas pobres personas que querían vivir en paz», dijo Abed, de 53 años.
Docenas de familiares mujeres en vestidos negros, amigos y vecinos se sentaron a su lado, llorando y tratando de consolarla. Pero las palabras hacían poco. La angustiada madre dijo que Ali, de 20 años, Hussein, de 18 y Mohammad, de 11, murieron debido a esquirlas que atravesaron sus pechos y sus cabezas. «Mi Mohammad nació en la primera guerra y murió en la segunda. ¡Oh Dios mío!», lloraba. Estuvo encinta de Mohammad durante la guerra del Golfo Pérsico en 1991. «¿Ya para qué quiero vivir? Mi vida entera ha sido destruida», asegura.
Londres culpa a misiles iraquíes
Londres (Télam-SNI).- El gobierno británico puso ayer en duda la acusación del régimen iraquí de que los misiles de los aliados habrían causado ayer la muerte de unos 55 civiles en un mercado de Bagdad. El portavoz del primer ministro, Tony Blair, afirmó hoy en Londres que misiles antiaéreos iraquíes defectuosos podrían haber provocado estas explosiones.
«Un gran número de misiles iraquíes tierra-aire tuvieron problemas de funcionamiento. Muchos de ellos no acertaron en sus objetivos y cayeron en Bagdad antes de explotar», dijo el vocero. Agregó que «trabajadores de defensa civil recibieron instrucciones de remover los fragmentos de misiles iraquíes que cayeron en zonas residenciales antes de que los periodistas lleguen al lugar». El vocero presentó como argumento que el presidente iraquí, Saddam Hussein, despidió al jefe de su artillería antiaérea, Musahim Saab el Tikriti -su primo-, según informaciones obtenidas por el servicio secreto. La destitución se produjo a raíz de los malos desempeños de sus unidades frente a las fuerzas británico-norteamericanas, según el vocero británico.
Comentarios