5 imperdibles de San Antonio Oeste
Si estás en Las Grutas, mirá todo lo que podés hacer a 15 km: disfrutar de playas agrestes, una excursión náutica, recorrer el muelle y cerrar con picadita de mariscos. ¿Te prendés?
A 15 KM DE LAS GRUTAS
Vanesa Miyar vanesamiyar@rionegro.com.ar
1. Mañana en La Mar Grande Para empezar la recorrida por San Antonio Oeste, la ciudad ubicada a 15 km de Las Grutas, nada mejor que trasladarse a La Mar Grande, un balneario de arena dorada y escasa pendiente que permite que niños y adultos recorran, aún con marea alta, largos tramos con el agua apenas llegando a los talones o tocando sus rodillas. Es el lugar ideal para avistar flamencos, que con su rosado plumaje deslumbran a escasa distancia de la costa, recortando su elegancia contra la mezcla de azules del agua y del cielo. Para llegar, hay que acercarse al cruce de las rutas 3 y 251 y tomar el camino que conduce a la fábrica de carbonato de sodio Alpat. Al internarse allí, se podrán ver las indicaciones que marcan el ingreso a esta playa. Los que aman practicar kitesurf encontrarán en estas costas el espacio adecuado. Además allí funciona una escuela de la disciplina. También los amantes de los “buenos piques” se sentirán a gusto, con la abundancia de pejerreyes y pesca variada que habitan en sus aguas. 2. Paseo por el sector inactivo del muelle Con un aire de irresistible nostalgia, que a los aficionados al tango les hará recordar la letra de “Niebla del Riachuelo” (sus primeros versos dicen ‘turbio fondeadero donde van a recalar, barcos que en el muelle para siempre han de quedar’…) el sector inactivo del puerto sorprende con su pintoresquismo. Tras ingresar al centro y siguiendo el rumbo de la ría, se llega al lugar, en el que están arrumbados los buques que por su obsolescencia o por problemas legales salieron de circulación. Ahora, están “fondeados” en tierra, acumulando herrumbre e historias de un pasado mejor. Los que adoran las fotos, verán este espacio como una fantástica locación, donde podrán lograr imágenes increíbles. 3. Tarde en Punta Verde Este balneario es uno de los más agrestes de la ciudad. Allí desembarcan las lanchas de pesca artesanal, que son las naves amarillas que diariamente parten en búsqueda de los peces y mariscos de la zona, utilizando métodos de captura rudimentarios. Sus costas de arena densa están cubiertas de minúsculas conchillas, que le otorgan un tono parduzco que contrasta con las aguas cristalinas. Durante los últimos años el lugar fue sumando servicios. Existe un parador, que ofrece servicios básicos y frescas ofertas gastronómicas. Además una firma propone paseos náuticos 4. Paseo embarcado antes de que caiga el sol En el balneario Punta Verde, la firma “Atlántico avistajes” ofrece excursiones náuticas, por $ 350 para adultos y $ 250 en el caso de niños hasta doce años. La propuesta es viajar en un semirrígido que parte desde ese balneario para recorrer el interior de la Bahía San Antonio. Las diferentes “escalas” que se realizan durante la actividad, que insume largas horas, incluyen la realización de snorkeling, y la posibilidad de avistar la variada fauna marina que habita en la zona. Primero, se podrá apreciar un apostadero de lobos marinos, y luego, tras la navegación que permitirá tomar contacto con los delfines y pingüinos que abundan en el área, llegará la hora de descender en un sector ideal para la práctica de snorkeling. Luego, se emprenderá la vuelta, con las pupilas cargadas de imágenes inolvidables. Más información: (2920) 488192. 5. Picadita de mariscos para cerrar el día En el mismo balneario, el parador “Punta Verde” ofrece una amplia variedad de delicias marinas. Hasta el 2 de enero funcionará en un horario acotado, pero a partir de esa fecha abrirá sus puertas desde las 9 hasta bien entrada la noche. Comenzará el día con ofertas de desayunos y lo culminará con frescos menúes para la cena y bandas en vivo. ¿La opción recomendada? Su tabla de mariscos, que se cotiza de $ 350 a $ 380 según el tamaño de las porciones, que son abundantes. Con la más chica comen hasta tres, que podrán disfrutar de langostinos empanados y enteros con limón, vieiras, cholgas, almejas gratinadas, rabas, mejillones en escabeche, a la provenzal y escabeche de cholgas. También ofrecen pescados grillados (pueden ser merluzones, abadejos u otra variedad) con ensaladas o papas fritas o noisette. Una porción de pescado con guarnición sale $ 120. En el caso de las rabas, la porción generosa para compartir está $ 110, y de $ 50 a $ 80 el litro de cerveza, según la marca. (Agencia San Antonio)
2. Paseo por el sector inactivo del muelle Con un aire de irresistible nostalgia, que a los aficionados al tango les hará recordar la letra de “Niebla del Riachuelo” (sus primeros versos dicen ‘turbio fondeadero donde van a recalar, barcos que en el muelle para siempre han de quedar’…) el sector inactivo del puerto sorprende con su pintoresquismo. Tras ingresar al centro y siguiendo el rumbo de la ría, se llega al lugar, en el que están arrumbados los buques que por su obsolescencia o por problemas legales salieron de circulación. Ahora, están “fondeados” en tierra, acumulando herrumbre e historias de un pasado mejor. Los que adoran las fotos, verán este espacio como una fantástica locación, donde podrán lograr imágenes increíbles.
3. Tarde en Punta Verde Este balneario es uno de los más agrestes de la ciudad. Allí desembarcan las lanchas de pesca artesanal, que son las naves amarillas que diariamente parten en búsqueda de los peces y mariscos de la zona, utilizando métodos de captura rudimentarios. Sus costas de arena densa están cubiertas de minúsculas conchillas, que le otorgan un tono parduzco que contrasta con las aguas cristalinas. Durante los últimos años el lugar fue sumando servicios. Existe un parador, que ofrece servicios básicos y frescas ofertas gastronómicas. Además una firma propone paseos náuticos
4. Paseo embarcado antes de que caiga el sol En el balneario Punta Verde, la firma “Atlántico avistajes” ofrece excursiones náuticas, por $ 350 para adultos y $ 250 en el caso de niños hasta doce años. La propuesta es viajar en un semirrígido que parte desde ese balneario para recorrer el interior de la Bahía San Antonio. Las diferentes “escalas” que se realizan durante la actividad, que insume largas horas, incluyen la realización de snorkeling, y la posibilidad de avistar la variada fauna marina que habita en la zona. Primero, se podrá apreciar un apostadero de lobos marinos, y luego, tras la navegación que permitirá tomar contacto con los delfines y pingüinos que abundan en el área, llegará la hora de descender en un sector ideal para la práctica de snorkeling. Luego, se emprenderá la vuelta, con las pupilas cargadas de imágenes inolvidables. Más información: (2920) 488192.
5. Picadita de mariscos para cerrar el día En el mismo balneario, el parador “Punta Verde” ofrece una amplia variedad de delicias marinas. Hasta el 2 de enero funcionará en un horario acotado, pero a partir de esa fecha abrirá sus puertas desde las 9 hasta bien entrada la noche. Comenzará el día con ofertas de desayunos y lo culminará con frescos menúes para la cena y bandas en vivo. ¿La opción recomendada? Su tabla de mariscos, que se cotiza de $ 350 a $ 380 según el tamaño de las porciones, que son abundantes. Con la más chica comen hasta tres, que podrán disfrutar de langostinos empanados y enteros con limón, vieiras, cholgas, almejas gratinadas, rabas, mejillones en escabeche, a la provenzal y escabeche de cholgas. También ofrecen pescados grillados (pueden ser merluzones, abadejos u otra variedad) con ensaladas o papas fritas o noisette. Una porción de pescado con guarnición sale $ 120. En el caso de las rabas, la porción generosa para compartir está $ 110, y de $ 50 a $ 80 el litro de cerveza, según la marca. (Agencia San Antonio)
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