es romper todo”

La Beriso se formó en Avellaneda, por el 98. Tiene ocho disco grabados de modo independiente, aunque en el último tiempo se incorporó a Sony Music, que distribuyó su primer CD-DVD, “Vivo por la gloria”, grabado en el Luna Park; su último disco de estudio, “Historias”; y el muy reciente DVD, “En Vivo en el Estadio Único”.

De gira por el sur, esta noche, a las 21, se presentará en el Polideportivo Cumelen de Villa Regina; mañana a las 22, en Puerto Rock, de Bariloche; y el 4 de julio en Viedma.

Antes de partir, Rolando Sartorio, guitarrista y voz de La Beriso, desde su casa en el centro de Avellaneda habló con “Río Negro”.

P- Hay un pasaje impresionante de “Ella” (pista 17), precisamente su estribillo. La banda hace silencio y todo el público canta manteniendo el tiempo a la perfección, transformándolos a ustedes en receptores emocionados de semejante energía.

R- Lo que pasa es que todo el tiempo están cantando, ¿viste? Todos los temas cantan a los gritos. No recuerdo en qué recital, corté a la banda y la gente siguió con la letra. Es como si fuese la parte de un coro multitudinario, y uno –como decías vos– es espectador. ¡Está buenísimo! En cada show hacemos algo así para que el público cante solo y nosotros poder disfrutar de eso tan, tan lindo.

P- Es una construcción que viene de lejos. Saben las letras de memoria…

R- Tal cual. A veces me llama la atención cuando por ahí tomo la guitarra acústica, tiro una sola nota de cualquier canción y gritan como sabiendo lo que va a venir. Me asombra, porque me pregunto si la sabrán y sí, la cantan

de punta a punta. Son muy, muy fanáticos, nos siguen, nos respetan mucho. Hace tiempo que en los recitales digo que la revolución no es romper todo, sino que pasa por el respeto. Cada vez sorprende más alguien que se conduce con buena educación y

respetuosamente que otro que sale a destrozar o a cortar calle… Nosotros, el respeto lo arrancamos desde adentro de la banda.

P- Otro tema que me atrajo muchísimo por la comunicación que genera, es “Argentina” (pista 5), que parece escrito ayer nomás.

R- Es que las canciones que hacemos, sociales y políticas, las trato de escribir según la actualidad que lamentablemente se repite. “Argentina” salió en el

disco (“Culpable”) del 2009 y la habré compuesto en el 2008, más o menos. Surgió porque había muchas causas a las que no les daban verdadera

importancia y había muchos cortes de calle que me conmueven mucho porque son políticos. No puedo creer que alguien piense que cortando una avenida, una ruta, y molestando al resto del pueblo, conseguirá algo. Al político eso no le molesta. Hay un montón de maneras de protestar. Me parece más respetuosa, todos a la misma hora, en silencio, en una plaza céntrica. Siempre detrás de la gente que sufre, hay un vivo haciendo política. Lamentablemente, esa historia nunca va a cambiar.

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Cuando Rolo Sartorio empezaba la primaria, sus hermanas lo iniciaron en la música. Mariana murió cuando tenía 35, Marcela a los 42, en enero de 2007; en poco más de dos años, el cáncer se llevó a las dos. El 27 de diciembre del 88, Rolo, con quince años, cruzó el Puente Pueyrredón con unos amigos y en 9 de Julio fue una de las 150.000 personas que vieron a Soda Stereo, La Torre, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez y Ratones Paranoicos en el Festival Tres Días por la Democracia. Ya había dejado la secundaria en segundo año para dedicarse al fútbol. Después vendió ropa en la calle, repartió cerveza en boliches del GBA, fue oficinista, remisero y fletero en una F100 con la que hizo repartos de papel higiénico y papas fritas.

“A nosotros nos gusta hacer música y yo expreso en un papel el sentimiento de cada día, que puede ser de dolor hasta de amor, social al ver gente que sufre. Vuelco en un texto y en una guitarra todo lo que siento”, sostiene Rolo.

P- La Beriso está promediando una gira que pasará Regina, Bariloche y Viedma…

R- La verdad es que conocemos lo que parece serían distintos pueblos. A veces vamos a lugares donde hay mucha pobreza y llega una banda, llegan las

canciones con las que ellos se identifican, como hablábamos antes. A nosotros nos sigue sorprendiendo y hasta pueden aparecen nuevos temas motivados al ver todo lo que pasa dentro de un mismo país que cambia tanto

saliendo unos pocos kilómetros de Buenos Aires. Hace un rato pensaba que se habla del pueblo argentino como si fuera una sola cosa. Vamos a ciudades muy tranquilas donde los chicos pueden jugar en la calle y eso en la Capital y el GBA es imposible, pero desde aquí se piensa como si éste fuera el ombligo del mundo. Acá se nota mucho lo malo y lo bueno no es lo normal.

“Cada vez sorprende más alguien que se conduce respetuosamente que otro que sale a destrozar o a cortar una calle”,

reflexiona Rolando Sartorio acerca de la protesta en Argentina.