Alfonsín tomó el timón de la UCR «oficialista»

De la Rúa dijo que la tarea política será muy distinta de cuando eran oposición. El ex presidente apoyó el ajuste que prepara el gobierno y recorrer el país para explicarlo.

BUENOS AIRES (DyN).- Raúl Alfonsín volvió al ruedo. El ex presidente asumió ayer como titular del Comité Nacional del radicalismo, por cuarta vez desde el retorno de la democracia en 1983, y brindó un claro respaldo al futuro gobierno de Fernando de la Rúa.

«Recorreré el país para explicar lo que ocurre», dijo ante cientos de militantes que revivieron la mística del centenario partido.

En el acto, De la Rúa, presidente electo y saliente jefe partidario, marcó las diferencias entre lo que fue la etapa en la que él condujo el Comité Nacional y la que le tocará actualmente a Alfonsín, ya que a partitr del 10 de diciembre la UCR estará en el gobierno junto con el Frepaso, en el marco de la Alianza.

«Andaremos juntos gobierno y partido, partido y gobierno. Estoy seguro que los consejos y advertencias del partido serán de enorme valor para la gestión de un gobierno», afirmó De la Rúa, en su último discurso como presidente de la UCR y antes de elogiar a Alfonsín y proponerlo como su sucesor.

«Nuestra responsabilidad fue el ejercicio de la oposición para constitutir una alternativa de gobierno, la nueva será trabajar junto con el gobierno ayudando a restituir los valores compartidos», agregó.

Por su parte, tras ser aclamado como el nuevo conductor del centenario partido por los 102 delegados, Alfonsín prometió que apoyará al gobierno de De la Rúa desde el Comité Nacional que conducirá hasta el 2001 y que tendrá como vicepresidentes a los gobernadores Angel Rozas (Chaco), Pablo Verani (Río Negro) y Roberto Iglesias (electo de Mendoza) y secretarios de Relaciones INstitucionales, Enrique Nosiglia, de Relaciones Internacionales, Raúl Alconada Sempé y de prensa, Hipólito Solari Yrigoyen.

«Vamos a trabajar muy fuerte desde el Comité Nacional. Nos toca un momento especial y es preciso que de entrada nomás, digamos algo para que todos entiendan con absoluta claridad: nuestra principal tarea ha de ser ayudar al gobierno de la Alianza», enfatizó.

También el ex presidente dio un velado apoyo a las medidas económicas que anunciaría el futuro gobierno y que implicaría un ajuste para encausar las cuentas públicas y reducir el déficit fiscal .

«Sabemos que cuando el presidente electo habla de la necesidad de tener las cuentas claras en el país está hablando de nuestra independencia», destacó Alfonsín, tras lo cual agregó: «Nuestra principal tarea ha de ser ayudar al gobierno de la Alianza».

El ex presidente, en esa línea, subrayó que otra de las prioridades ha tener en cuenta desde Comité Nacional será la de «recorrer el país para explicar lo que ocurre, dar cuenta de lo que se realiza y dar las razones por las que no se puede, de inmediato, solucionar todos los problemas».

Además, Alfonsín aseguró que la administración que encabezará De la Rúa secundado por Carlos «Chacho» Alvarez será «moral» y agregó que ambos «defenderán la independencia» del país.

Los radicales revivieron el fervor militante

BUENOS AIRES (DyN).- El retorno de Raúl Alfonsín a la presidencia del radicalismo marcó también el regreso de la mística que su figura despierta entre los jóvenes y las mujeres, que fueron mayoría entre el público que se ubicó a las puertas del Comité Nacional para asistir al acto de proclamación.

«Aquí están, hasta el fin, los pendejos de Alfonsín», cantaban las barritas de la juventud cuando su líder inició el discurso, difundido por dos pantallas gigantes ubicadas sobre la calle Alsina. En tanto, las lágrimas corrían por las mejillas de algunas de las militantes más veteranas, mientras las más jóvenes se empujaban para tener mejor visión al grito de «ídolo, divino».

El ya característico grito de «Alfonsín, Alfonsín» fue escuchado repetidas veces, tanto cuando el presidente electo y titular saliente del partido, Fernando De la Rúa, lo propuso como cuando el ex jefe del Estado hizo uso de la palabra.

Una vez terminado el acto, y cuando ya la gente había empezado a retirarse, Alfonsín salió al balcón del primer piso del histórico edificio de Alsina y Entre Ríos para saludar a la multitud con su característico gesto de juntar sus manos en alto. Muchos se emocionaron mientras le pedían unas palabras, otros que ya habían empezado a emprender la retirada volvieron corriendo, pero el ex presidente sólo estuvo allí un par de minutos.

Florentina Gómez Miranda logró, con su particular y sobrio estilo, que el público en la calle la definiera con el mismo título que a Alfonsín: «ídola». Fue cuando la dirigente se dirigió a «las pocas mujeres delegadas» del plenario. En ese momento, tanto las damas como los jóvenes iniciaron un espontáneo aplauso y ovación


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