Equipo que gusta y golea no se toca

Metido de lleno en la lucha por el campeonato y luego de la derrota con mayoría de suplentes ante el DIM por Copa Libertadores, River volvió a trabajar con la mirada puesta en Rosario Central, equipo al que recibirá mañana en el Monumental.

Para este encuentro, el Millonario no tendría cambios respecto de la formación que superó por goleada con momentos de gran fútbol a Gimnasia en La Plata.

A sabiendas del plantel corto con el que cuenta Marcelo Gallardo, los convocados para mañana son los mismos 19 que estuvieron en la nómina ante los colombianos por el certamen continental.

Claro que, en este caso, los habituales suplentes estarán en el banco y el once ideal que encontró el Muñeco saltará al campo de juego con el objetivo de sortear un duro escollo.

Es evidente que, a priori, River tiene un fixture más complicado que Boca en el mano a mano. Sin embargo, los de Núñez cuentan con la ventaja de llegar al esprint final de la competencia en la curva ascendente de su rendimiento y con el envió anímico que implica haber derrotado al líder y clásico rival en terreno ajeno.

Por otra parte, los del Muñeco no tienen margen de error, ya que entre semana cumplirán su partido pendiente en Tucumán ante Atlético.

San Lorenzo, Racing, Aldosivi y Colón son los otros rivales que aparecen en el horizonte. El cruce ante el Ciclón, por ejemplo, es en cancha ajena y reviste una prueba de carácter para un equipo que en los últimos tres años siempre apareció en los momentos cumbres.

Las lesiones de Rodrigo Mora y Milton Casco, sumadas a las ausencias de alternativas como Iván Alonso y la falta de jerarquía en el resto del banco, dejan al hincha de River rezando para que no se resfríe alguno de los habituales titulares.

Con pros y contras, el saldo para River es positivo en vistas de la recta final de un torneo que no esperaba pelear y ahora lo tiene como protagonista.

Así se metió

en la pelea

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