Adios a Juan José Stagnaro
Este miércoles, a los 79 años, falleció “Buby”, el famoso director de fotografía del cine argentino.
Juan José “Buby” Stagnaro, uno de los directores de fotografía más importantes del cine nacional, murió este miércoles, a los 79 años, según informó la asociación de Directores Argentinos Cinematográficos.
El hermano del cineasta Juan Bautista y tío del director Bruno Stagnaro, será recordado por un multiplicidad de trabajos, que también lo tuvieron como director como es el caso de la película “Una mujer” (1975), pionera en abordar el tema “cuestión de género.
Sin embargo su sello más marcado como fotógrafo lo dejó en los largometrajes más importantes del gran Leonardo Favio: “El romance del Aniceto y la Francisca” (1966) y Nazareno Cruz y el lobo (1975).
Nacido el 16 de noviembre de 1938, comenzó sus estudios en las carreras de Ingeniería y Letras, no obstante al mismo tiempo nació su inquietud por la realización cinematográfica y la fotografía, que signarían una larga trayectoria.
Según relató, su primer acercamiento al cine fue a través de cineclubes, como el Argentino y Núcleo, y un curso en la Asociación Argentina de Cortometrajes, con docentes como Simón Feldman y Mabel Itzcovich.
También estudió “psicología social” con Enrique Pichon Riviere, trabajó en cine publicitario y luego fue convocado por cortometrajistas de entonces para hacerse cargo del rubro director de fotografía.
Así “Buby” Stagnaro comenzó su carrera como técnico en el cine nacional en tiempos de la Generación del 60, junto al también principiante Eliseo Subiela, con quien colaboró en el cortometraje “El largo silencio” (1963). Casi de inmediato, él mismo dirigió su única obra en ese formato, “Berni 1962-1965” (1965), documental acerca del pintor, grabador y muralista argentino.
Su último trabajo detrás de cámaras fue en “Peperina” (1995) tras lo cual, y con el advenimiento de las nuevas tecnologías de la imagen, se dedicó al trabajo de transcripción de material fílmico a video y viceversa. Desde aquellos tiempos estuvo al frente del laboratorio R+T Stagnaro, que por ejemplo restauró “Sinfonía de un sentimiento”, el extenso documental de Leonardo Favio acerca de Juan Domingo Perón. Sin embargo, por problemas económicos lo cerró y desde entonces se retiró de la actividad profesional.
“Me gusta parar en cualquier lado y tomarme un cafecito. Me siento cerca de las ventanas, que es como estar encuadrando la realidad que pasa”, dijo al portal web de Autores de Fotografía Cinematográfica Argentina (ADF), de la que era socio honorario.
“La ventana te muestra la vida y a su vez te entrega una comprensión del momento que estamos viviendo, de tu vínculo con la realidad, con el espíritu del tiempo. Observar la vida, encuadrarla, recortarla, expresarla, es algo que el director de fotografía está obligado a hacer; y eso fue y es fascinante para mí”, concluyó.
Sus restos fueron llevados ayer jueves en el Cementerio de Boulogne, en una ceremonia privada.
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