A 70 años del Maracanazo: un Mundial sin Argentina, con épica uruguaya y tragedia brasileña

La Copa del Mundo de 1950 no fue especial sólo por el notable triunfo uruguayo sino además por algunos puntos más para ser tomados en cuenta: la ausencia del seleccionado argentino, la definición mediante un cuadrangular y sin una final y la participación de apenas 13 equipos, que motivó hasta un «grupo» de dos seleccionados.

La FIFA volvió a organizar la Copa del Mundo luego del receso a causa de la Segunda Guerra Mundial que impidió los certámenes de 1942 y 1946. Se sumaron muchas deserciones y finalmente tomaron parte 13 equipos, seis de Europa (Inglaterra, España, Italia, Suecia, Suiza y Yugoslavia) y siete de América (Estados Unidos, México, Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay y Bolivia).

Argentina no jugó la Copa del 50 porque las relaciones con Brasil estaban deterioradas porque lo brasileños concurrieron a la Copa de Francia 1938 y no se sumaron al boicot compartido por Argentina y Uruguay. Según la rotación entre América y Europa ese certamen se debió jugar en nuestro país. A eso se le sumó la ausencia albiceleste del Sudamericano hecho por Brasil en 1949 debido a la emigración que provocó la huelga de 1948 (los jugadores pidieron ganar más dinero ya que los clubes tenían su arcas con buena sumas) y el presidente Juan Domingo Perón decidió que no viaje un equipo debilitado.

El Mundial del ’50 fue único ya que no tuvo final. En la fase preliminar los 13 participantes se dividían en cuatro grupos para enfrentarse todos contra todos y los ganadores pasaron al cuadrangular, que finalmente jugaron Brasil, Uruguay, España y Suecia y el clásico sudamericano perteneció a la última fecha. Por motivos políticos, económicos o simplemente porque renunciaron a viajar no fueron a Brasil equipos como Bélgica, Bulgaria, Francia o Portugal.

Uruguay integró un grupo de dos equipos, le ganó 8-0 a Bolivia y llegó a la fase final. Brasil tuvo un grupo de cuatro (el 1) venció a México (4-0), Yugoslavia (2-0) e igualó ante Suiza (2-2), España ganó el Grupo 2 (cuatro equipos) superando a EE.UU. (3-1), Inglaterra (1-0) y Chile (2-0), y Suecia fue triunfador de Grupo 3 (tres seleccionados) doblegando a Italia (3-2) e empatando ante Paraguay (2-2).

A la última fecha del cuadrangular Brasil llegó con cuatro puntos, por las notables victorias ante España (6-1) y Suecia (7-1) y Uruguay con tres, luego de empatar ante España (2-2) y superar a Suecia (3-2), por lo tanto con igualar los brasileños eran campeones mundiales.

Domingo 16 de julio de 1950, Rio de Janeiro. Los diarios adelantaban la victoria en sus titulares: a Brasil le bastaba con un empate para levantar la Copa del Mundo en el Maracaná ante 200 mil personas. Afuera, carrozas y fuegos artificiales aguardaban el pitazo final que le daría a Brasil un título mundial de fútbol por primera vez en su historia. Todo el país estaba pronto para la fiesta. Noventa minutos más tarde, con el 2-1 a favor de Uruguay, el jolgorio daba lugar a la conmoción. Nacía el Maracanazo.

A los 21 minutos del segundo tiempo, Juan Alberto Schiaffino anota para Uruguay y pone el partido 1-1. Brasil lo ganaba desde los 2′ gracias a un tanto de Friaca.

Desde entonces Maracanazo es, por antonomasia, cualquier triunfo que se produce en la adversidad y contra todos los pronósticos. Fue el último eslabón glorioso de Uruguay en el fútbol mundial, quien había sido campeón olímpico en 1924 y 1928, y ganador de la Copa del Mundo 1930.


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