Abel Calzetta: “Es romántico sacar un disco en estos tiempos”
Nacido el 22 de agosto del 72 en Lanús, Abel Calzetta comenzó su actividad musical a los quince años. Después de un largo período como sesionista en Buenos Aires, inauguró su trayectoria solista con “Escultores del aire” (2000) que presentó en salas, teatros y festivales porteños y en el de Músicos Argentinos de San Martín de los Andes, ciudad en la que se radicó; y tocando junto a Hugo y Osvaldo Fattoruso, Fabiana Cantilo, Luis Salinas, León Gieco y Pedro Aznar. La clara inspiración recibida por estos lares se refleja en sus siguientes tres producciones, “Despedida porteña”, “Madre de silencio (03) y “Sísifo” (07), que incluyeron invitados como Chango Spasiuk, Patán Vidal, Baltasar Comotto, Hernán Jacinto y Gustavo Camara.
Tras una temporada breve en Barcelona, llegó a Madrid en 2007, donde se afincó y formó su nuevo grupo con Fernando Lupano, Guillermo Arróm, Luca Frasca, el baterista nigeriano Akin Onasanya, la voz de Alana Sinkëy de Portugal, el estadounidense Norman Hogue en trombón y Héctor Rojo, contrabajista español, con los que registró “Tríptico Sabático (11) y “Círculo” (15), este último a punto de presentarlo en estos días en Neuquén, Roca, Cinco Saltos, Puerto Madryn, Esquel, El Bolsón, Junín y San Martín de los Andes (ver guía).
“Siempre me atrapa eso de ser consecuente con lo que voy viviendo, y los discos son como un diario personal”. Definición con la que Abel abre el diálogo con “Río Negro” en su departamento del céntrico del barrio de Lavapiés, en Madrid. “La incorporación del canto y componer directamente canciones, me llevó un tiempo de romper con un montón de cuestiones. Siempre me desarrollé como guitarrista, aunque hice temas donde la guitarra cantaba la melodía. Así que estoy contento con este trabajo…”.
“He tenido grandes maestros como Spinetta, García. Me da un poco de pena escuchar cosas actuales de Argentina. El legado de ellos y de un montón de compositores reconocidos mundialmente, se está yendo un poco al diablo, al menos al nivel de esas bandas futboleras que hacen cánticos de tribuna. ¿Dónde está lo que aprendimos? Viéndolo desde afuera, me resulta extraño. Puedo pecar de ignorante y seguramente hay gente haciendo música nueva en Buenos Aires y el resto del país, que desconozco. Acá me cruzo con colegas de Sudamérica, de Centroamérica, por supuesto de España, y todos –con respecto al rock– consideran a Argentina como una de las mayores potencias”, asume Calzetta.
P- Hablabas de legados, y en el final de “Face” tiene un toque García, “Huyendo de la cama al Facebook…”
R- Totalmente. Es un guiño hecho a propósito porque el tema es una especie de parodia a lo que estamos viviendo en relación a las redes sociales, sumergidos en un mundo –como dice (Diego) Capusotto- para estar incomunicados. Los guiños musicales son conscientes e inconscientes. Mamé y escuché tanta música, que esas cosas pasan a ser parte de mí.
P- En la gira te acompañarán el bajista Gustavo Giannini y Julián Cabaza en batería, ambos de Roca.
R-Está buenísimo poder contar con ellos. Somos amigos desde hace mucho. Con Gustavo hemos hecho producciones cuando vivía en el sur. Tengo muchas ganas de girar por ahí, de reencontrarme con ellos y otros afectos y volver a pisar escenarios que tanto quiero. Todo lo que hice en Patagonia es una parte muy importante de mi vida.
Estará además Callaci en teclados, una persona especial y musicalmente muy comprometida y profesional, aunque no es la palabra exacta. Yo voy a llegar dos días antes del concierto en Neuquén y vamos a ensayar. Ya tengo el repertorio armado y se los he mandado a los tres. Básicamente vamos a tocar el compacto “Círculo”, más algunas versiones y temas instrumentales de otros discos. Más bien va a ser de música cantada. “Círculo” lo armé con Luca Frasca, el productor. Tiene mucho teclado, piano, Hammond, y es muy necesario contar con un pianista que sabe los temas, como Franco. Gustavo y Juli son excelentes profesionales, de modo que no tengo duda alguna que todo saldrá bien.
Veloz y fugaz
“‘Círculo’ es un álbum muy cortito, dura treinta y ocho minutos, así lo pensamos. Lo construí tratando de descubrir qué pedía la canción. Grabarlo fue una necesidad, encontrar el momento, las cosas que quiero decir y expresarlas de una manera sincera. También es algo romántico sacar un compacto en estos tiempos de piratería, sabiendo lo que cuesta grabar tal como está la industria discográfica… Para mí, un disco es para escucharlo entero, tener la portada, leer la información y demás. Todo está gestionado para que funcionemos más sobre la velocidad. ”, dice Calzetta.
P- Velocidad y fugacidad van hoy de la mano.
R- Y estamos hablando de música, pero este paradigma funciona en todo. Parodiando lo que decía Spinetta en “Resumen porteño”: “Ya no toca un libro, Ricky está listo, listo del bocho”. Y digo en “Face”: Ya no toca libros, ya no mira el cielo…” Estamos totalmente sumergidos dentro de la computadora o del celular, podés hablar, chatear, ver una película, videos, escuchar música, contactarte con alguien a miles de kilómetros en un segundo. Creo que no estamos preparados, tampoco quieren que lo estemos para utilizarlos como una herramienta favorable para vivir. Se puede aprovechar como ahora que estamos charlando a más de diez mil kilómetros de distancia… Pero, en general, restan, distraen, dispersan y desconectan, más que relacionar.
“Círculo”
Los músicos
Datos
- Abel Calzetta: guitarras y voces
- Luca Frasca: producción, piano, Hammond y teclados
- Hernán Olalla: bajo y coros
- Baltasar Comotto: guitarra
- Fernando Lupano: bajo
- Alana Sinkëy: voz
- Martín Bruhn, Andrés Litwin y Coke Santos: batería
- Marina Sorín: violín y trompeta
- “Círculo” es un disco bisagra para Calzetta
al incorporar su voz como herramienta expresiva y ubicar la canción como eje fundamental.
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