Análisis | En la Plaza de Mayo, hubo acto relámpago con llamados a la unidad

*Por Sebastián Aulicino

“Si lo tocan a Moyano, les paramos el país”, se escuchó en la Plaza de Mayo.

La movilización de los gremios combativos fue multitudinaria. No sólo contó con la presencia de los gremios de la CGT más opositores al gobierno, encabezados por Camioneros, y de la CTA, sino también de movimientos sociales y de organizaciones políticas del kirchnerismo como La C​á​mpora y Nuevo Encuentro.

También hubo empleados municipales bonaerenses (los jefes del PJ de Buenos Aires se sumaron luego al acto central). Y llegaron delegaciones gremiales de todo el interior. 

​Insultos al presidente Mauricio Macri, tradicionales melodías peronistas y preguntas sobre el paradero de la CGT marcaron el ritmo de los cánticos y los reclamos en la calle.

Por momentos el clima fue de fiesta: bailes, bebidas y hamburguesas. Por momentos de tensión: a la Plaza llegó la noticia de incidentes en  el Obelisco. Hubo enfrentamientos con la policía, una veintena de detenidos, y heridos entre los manifestantes y los agentes. “Infiltrados” denunciaron desde el escenario. 

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Comenzaron los discursos con la Casa Rosada como escenografía. El reclamo a la conducción de la CGT para que se sume con otro paro se llevó los aplausos. Lo mismo que el pedido del regreso de “un gobierno popular”. 

Y cerró calificando a Macri “no un boludo, sino un presidente peligroso”.  En el mismo sentido se manifestó el titular de la CTA de los Argentinos, que pidió la unidad política y gremial de cara a octubre.

Quizás para evitar más incidentes que a nadie le convienen, apenas finalizado el acto central la desconcentración fue veloz y organizada. La presencia policial también había disminuido en la zona de la movilización. 

La izquierda tenía previsto concentrarse a las 17.

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Desde temprano, el escenario fue atípico en Buenos Aires. Ni la calma de los paros generales, ni el trajín clásico de la vida diaria porteña. Se sintió la falta de subterráneos y la adhesión de parte de las líneas de colectivos, que se evidenció en largas filas en las paradas de toda la Ciudad.

El centro, con gran movimiento de personas a pie; la gran mayoría de los comercios en funcionamiento normal, y los taxis con mucho trabajo. Bancos cerrados del todo, o parcialmen​te inactivos. Y algunos accesos a la capital cortados durante algunas horas. 

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El número de comercios cerrados, o con persianas “a media asta”, crecía a medida que la Avenida de Mayo se acercaba a la Plaza, regada una vez más de merchandising K.

El Gobierno lanzó desde bien temprano un importante operativo de seguridad y de tránsito: los micros de las organizaciones se desplegaron en toda la periferia del centro y en las bajadas de autopistas. Aquellos en infracción fueron multados por los agentes de tránsito.