Antes de fin de año podrían procesar a De la Rúa

El juez Rafecas debe definir su situación judicial. El cargo podría ser por cohecho activo.

NICOLAS WINAZKI

BUENOS AIRES (ABA).- Pasado el primer impacto por las declaraciones de la arrepentida Sandra Montero, ahora es el turno de Fernando de la Rúa en la causa coimas. El juez federal Daniel Rafecas analiza si lo procesa por cohecho activo. Para esto debe probar que el ex presidente sabía del pago de los sobornos pero no hizo nada para impedirlos.

En caso de que el juez termine procesándolo y elevando su caso a juicio oral, De la Rúa se transformará en el primer ex presidente de la historia en ser procesado por ese delito, y también en el primer ex mandatario que enfrenta un juicio oral por un hecho de corrupción.

Según fuentes del juzgado de Rafecas, el juez se tomaría hasta fin de año para decidir su situación. El fiscal del caso, Federico Delgado, considera probada la intervención de De la Rúa en el pago de los sobornos.

El ex presidente, mientras tanto, basa su defensa en un buen ataque. Sus críticas se dirigen hacia el juez Rafecas. Lo acusa de estar influenciado políticamente por la Casa Rosada.

Su principal argumento, dicen en su entorno, es que Alberto Fer

nández, el jefe de Gabinete, conoce a Rafecas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde ambos dieron clases.

El contacto entre Rafecas y el Gobierno, siempre según esa versión del entorno más íntimo de De la Rúa, es Esteban Righi, el Procurador de la Nación, con quien Rafecas trabajó antes de ser designado juez por Kirchner.

El magistrado desmiente cualquier contacto con el oficialismo y repite que él llegó a su juzgado por concurso público, sin la ayuda de nadie. Según explicaron fuentes de su juzgado, cuando le preguntan a Rafecas por su independencia a la hora de dictar un fallo, pone como ejemplo que cuando procesó al ex senador Ricardo Branda por el caso de las coimas, éste se desempeñaba como vicepresidente del Banco Central, bajo las órdenes del kichnerismo.

De la Rúa acusa al juez de discriminar entre sectores del ex gobierno de la Alianza. Se pregunta por qué no se mete con el ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez y a Rodolfo Terragno, ex jefe de Gabinete: «Si yo sabía del pago de las coimas, el titular del Senado (por Alvarez) y el jefe de

Gabinete también deberían haberse enterado de lo que supuestamente ocurría».

Para él, Alvarez es apartado del caso por tratarse de un dirigente muy cercano a los Kirchner. En el juzgado de Rafecas desestiman esa crítica: «Tanto Alvarez como Terragno se transformaron en víctimas por haber impulsado la denuncia del pago de sobornos. No se beneficiaron para nada y terminaron afuera del Gobierno».

Por estos días, Rafecas termina de leer el libro «Operación política», escrito por De la Rúa, donde el ex presidente da su versión sobre lo ocurrido. El juez se toma su tiempo de lectura porque quiere contrarrestar punto a punto a las acusaciones del ex presidente.

Según pudo saber «Río Negro», en el juzgado consideran muy errónea su estrategia defensiva, ya que se basa en la inexistencia del pago de sobornos a los senadores. «Es inentendible que De la Rúa insista con que las coimas no se pagaron, ya que para Rafecas y para el fiscal están probados y por eso elevaron la causa a juicio oral».

Distintas fuentes de Tribunales consideran casi seguro el procesamiento del ex presidente y la posterior elevación a juicio oral de la causa. En caso de finalmente esto ocurra, el -De la Rúa será enjuiciado por un tribunal distinto al de los otros nueve ex legisladores y ex funcionarios procesados por la causa de las coimas.


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