El campo, el FMI y las Lebac, claves para frenar el Dólar

La nueva escalada del dólar, que llevó la cotización hasta el récord de $28,85 la semana pasada, no solo terminó por llevarse puesto al ex Presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger. Generó además un daño todavía más profundo en el escaso crédito de confianza que existía en los mercados financieros, respecto a la política monetaria. Una política monetaria que desde la corrida cambiaria del mes de mayo, no hizo otra cosa que poner parche sobre parche, sin encontrar un camino firme que ofrezca credibilidad en el mediano plazo.

Es por tal motivo que la llegada de Luis Caputo a la conducción de la máxima autoridad monetaria, tiene un doble objetivo. En primer lugar, unificar la conducción de la economía. El tandem Caputo-Dujovne fue hasta la semana pasada el timonel de la pata fiscal, y a la vez la contra cara de una conducción monetaria ortodoxa a cargo de Sturzenegger. El arribo de Caputo al BCRA, permite ahora unificar criterios y conducir la política monetaria y la política fiscal, de manera coordinada. En segundo lugar, la figura de Caputo se supone mucho más amigable con los mercados financieros. El ex Ministro de Finanzas, es un trader, hombre de los mercados globales, ex director de JP Morgan, uno de los bancos y fondos de inversión más grandes del mundo. Dejar en manos de Caputo la política monetaria, no es otra cosa que una fuerte señal de confianza a los mercados.

El flamante Presidente del BCRA trae entre manos un plan basado en tres pilares. El Fondo Monetario Internacional (FMI), el campo y las Lebac.

En cuanto al organismo multilateral, se espera que desde este jueves esté disponible el primer desembolso de u$s 15.000 millones, de los cuales u$s 7.500 millones se utilizarán para fortalecer las Reservas del BCRA y servirán para atender las licitaciones diarias de divisas que desde hoy lunes, la entidad monetaria pondrá a disposición del mercado.

Respecto al campo, el equipo económico mantiene conversaciones desde la semana pasada con representantes del sector cerealero. El objetivo es que los exportadores liquiden entre u$s 300 y u$s 400 millones diarios, lo cual fortalecería la oferta y permitiría quitar presión al precio de la divisa.

Por último, buscan desactivar definitivamente la bomba de tiempo de las Lebac. Para ello, se utilizará un mecanismo entreverado pero cuasi compulsivo. El Tesoro colocará un bono corto en pesos (se habla de opción a uno y dos años). Esperan obtener como mínimo u$s 4.000 millones. Con esos fondos el Tesoro comenzará a recomprar parte de las letras intransferibles colocadas hace diez años cuando Nestor Kirchner decidió cancelar toda la deuda con el FMI. A su vez, el BCRA utilizará ese dinero para comenzar a rescatar Lebacs del mercado secundario.

El objetivo, es lograr mediante el combo FMI-Cerealeras-Retiro de Lebacs una oferta potencial de entre u$s 10.000 y u$s 13.000 millones, lo que en los planes del gobierno permitirá que el dólar no perfore el techo de los $30 antes de fin de año.

El elemento determinante serán una vez más las expectativas. Si el mercado convalida o no las medidas adoptadas, y si las mismas son esta vez suficientes para renovar la confianza en el rumbo económico.


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