Argentinos al fin…

Mar del Plata

Cualquier reiteración compra su olvido: regla que al parecer conocen quienes hacen de la necesidad y carencia, mal llamada “pobreza”, un objeto de intercambio político y una noticia redituable.

Vale preguntarse cuántos argentinos están dispuestos a recortar sus presupuestos y pasar alguna necesidad para ayudar a que otros sufran menos; puedo aventurar un “muy pocos” sin demasiado riesgo de errar.

El espíritu “misionero” casi molesta entre los nuestros, al punto de buscar alguna intención oculta en quien ose encarnarlo y ver imposible que alguna doctrina comunista sincera (que admitiera su puesta en práctica) prenda por casa. Pero el derramar una lágrima al ver a un nene hambriento nos hace parecer sensibles y humanos, argentinos al fin.

Siempre, casi por regla, la real “pobreza” está anclada a la marginalidad, y por simple definición lo que fuere “rechazado” no es bienvenido y los “reales” pobres lo saben. Combatir la pobreza no es repartir alimentos, dinero, empleos de esclavo, es educar a toda la sociedad a ser independiente y respetar y tolerar las diferencias, en un marco que las permita, algo que no hay hoy.

Preocupantemente estamos muy lejos de erradicar la falsa “pobreza” y terriblemente cerca de perpetuar la real.

Karina Zerillo Cazzaro

DNI 21.653.863


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