Una atractiva casa en Roca y la historia de tres jóvenes arquitectos detrás del proyecto
Agustín Vizzotto (31) y su hermano Julián (29) se formaron en la Universidad Nacional de Córdoba y María García Santillán (33) en la UBA. De regreso a su ciudad natal en el Alto Valle del norte de la Patagonia se unieron para crear el estudio Viga. Aquí comparten su historia y una de sus últimas obras, esta vivienda de estructura a la vista en el corredor del Paseo del Bicentenario hacia el río.

¿Cómo abrirse paso en el mundo de la arquitectura? ¿Cómo dar el salto de las primeras pasantías a los primeros empleos? ¿Cuándo animarse al sueño del estudio propio? ¿Cómo pasar de las refacciones para amigos o conocidos a proyectos de mayor envergadura para otros clientes? La búsqueda de estas respuestas enlaza el proyecto que vamos a conocer hoy en Roca con la historia de tres jóvenes arquitectos y el corredor que va desde el Paseo del Bicentenario hacia el río Negro, de gran crecimiento en los últimos años. Loteos y desarrollos inmobiliarios en forma de 14 barrios cerrados y 11 abiertos surgidos donde antes reinaban las chacras se suceden desde la Ruta Nacional 22 camino a las bardas, al norte de la Patagonia. Del otro lado del puente que traquetean los camiones rumbo a Vaca Muerta, todo es aridez. De este, todo es verde, como lo imaginaron los visionarios que construyeron el Dique Ballester y la red de canales de riego hace ya más de cien años. Esa zona de la ciudad que parecía lejana durante la infancia de Agustín Vizzotto, Julián Vizzotto y María García Santillán hoy está integrada a Roca y es uno de los ejes de sus vidas profesionales desde que en 2023 crearon el estudio Viga aquí, en el corazón del Alto Valle, donde nacieron, se criaron y decidieron volver.

Agustín (31) y su hermano Julián (29) habían partido para formarse en la Universidad Nacional de Córdoba, mientras que María (33) lo hizo en la Universidad de Buenos Aires. De regreso a casa, decidieron unirse. Tenían ganas de trabajar en equipo, coincidían en la visión sobre la profesión, la idea central: “Proyectar arquitectura contemporánea en diálogo con su contexto”, como dicen. Hoy vamos a conocer una de sus últimas obras. El escenario es parte del corredor donde había que arriesgarse a pedalear sobre la avenida Viterbori para llegar al río cuando eran chicos y hoy ofrece una bicisenda que bordea los nuevos barrios, los pioneros y las chacras que aún permanecen. “Vemos consolidarse esta zona como una de las más elegidas para vivir en Roca por la tranquilidad, seguridad y el contacto con el verde”, dicen los arquitectos.
De quincho a casa
Se trata de un proyecto de 230 metros cuadrados. “Nació originalmente con la idea de resolver un espacio social tipo quincho, y en el proceso evolucionó hasta consolidarse como un hogar permanente, manteniendo la esencia de amplitud, flexibilidad y relación directa con el entorno”, explican en la memoria descriptiva.

“La materialidad se resuelve con un fuerte protagonismo del hormigón visto, explorado en diferentes terminaciones y texturas”, agregan. “Este material no solo constituye el esqueleto estructural de la obra, sino que se integra como parte del lenguaje arquitectónico, generando planos, ritmos y atmósferas que definen la identidad del proyecto”, continúan.
Planta baja y superior
En planta baja se concentra la vida social de la vivienda: un gran espacio integrado de estar, comedor y cocina que funciona como núcleo de encuentro.



El interior se abre hacia el jardín posterior mediante un ventanal de generosas dimensiones, favoreciendo la iluminación natural, la continuidad espacial y la conexión con el exterior. En el nivel superior se dispone el área privada. El dormitorio principal en suite se orienta al este, privilegiando la luz de la mañana y el vínculo con el paisaje.
Estructura a la vista
El sistema estructural se exhibe como parte del diseño, otorgando carácter y expresión a la obra.
En particular, se destacan las columnas en forma de “V”, que aportan dinamismo visual y marcan un gesto distintivo dentro de la propuesta.

El hormigón visto se complementa con carpinterías de gran escala, con la idea de reforzar la idea de solidez y transparencia en equilibrio, como también detallan en la memoria descriptiva.

¿Cuál fue el resultado buscado? La respuesta: “Una vivienda que combine funcionalidad, robustez y calidez, transformando un proyecto concebido como espacio de reunión en un hogar contemporáneo, enraizado en su contexto regional y abierto al paisaje del Alto Valle”.
El camino de tres jóvenes arquitectos
Agustín y Julián Vizzotto se recibieron en 2019. Durante la carrera realizaron pasantías en un estudio en Córdoba y, al regresar a Roca, trabajaron para una constructora mientras daban sus primeros pasos con un estudio propio que luego se transformaría en VIGA. Agustín es, además, docente en la carrera de Arquitectura de la Universidad Nacional de Río Negro. María comenzó participando en concursos junto a docentes de la facultad, se recibió en el 2016 y trabajó en el estudio de uno de ellos. Tras una experiencia en el exterior, la pandemia la trajo de regreso a Roca, donde empezó a colaborar con Julián y Agustín. Al descubrir que compartían los mismos valores y criterios de trabajo, decidieron consolidarse como equipo. Durante este tiempo, han armado un grupo de trabajo que incluye a un ingeniero civil y diferentes cuadrillas de albañiles, durleros, electricistas y plomeros. Hoy se dedican a proyectos residenciales, comerciales y civiles.

¿Influye la edad en clientes y colegas? «Somos un estudio joven y eso puede influir en la primera impresión, tanto de clientes como de colegas, pero rápidamente se transforma en confianza cuando ven nuestro compromiso y la seriedad con la que trabajamos. También creemos que ser jóvenes nos anima a innovar y a estar atentos a nuevas formas de proyectar», responden. Y agregan: “Abrirnos paso no fue sencillo, pero lo vivimos con entusiasmo y mucho trabajo. Empezamos con reformas y proyectos para conocidos, que luego nos fueron recomendando. La difusión en redes también nos dio otro alcance y un lugar donde mostrar lo que hacemos todos los días. Hoy tenemos la suerte de acompañar a clientes de nuestra generación que apuestan por quedarse en el Valle y proyectar su primera vivienda, algo que nos motiva mucho porque sentimos que compartimos los mismos sueños y expectativas”.
Un corredor con 1963 lotes, 1073 casas y un reglamento que viene
En el corredor que nace en el Paseo del Bicentenario y llega hasta el río por la Avenida Viterbori hay 1963 parcelas y 1073 viviendas de acuerdo con los datos que brindó esta semana la Municipalidad de Roca ante la consulta de Diario Río Negro. De los 25 barrios, 14 son cerrados y 11 abiertos, con una ocupación del 56%.
La Secretaría de Obras Públicas a cargo de Carla Colombo trabaja en la elaboración de una reglamentación destinada a no permitir la apertura de nuevos barrios que agranden la trama urbana hasta que el corredor alcance un 75% de densificación y consolidación.
Entre los abiertos, los que alcanzan el mayor porcentaje son Mosconi (190 parcelas y 190 viviendas), Pino Azul I (62 parcelas y 61 viviendas) y el loteo sobre Viterbori 5311 (14 parcelas y 11 viviendas). Entre los cerrados, La Pedrera (100 parcelas y 87 viviendas), Altos de Viterbori (46 parcelas y 38 viviendas) y Grand Parc (65 parcelas y 52 viviendas).

¿Cómo abrirse paso en el mundo de la arquitectura? ¿Cómo dar el salto de las primeras pasantías a los primeros empleos? ¿Cuándo animarse al sueño del estudio propio? ¿Cómo pasar de las refacciones para amigos o conocidos a proyectos de mayor envergadura para otros clientes? La búsqueda de estas respuestas enlaza el proyecto que vamos a conocer hoy en Roca con la historia de tres jóvenes arquitectos y el corredor que va desde el Paseo del Bicentenario hacia el río Negro, de gran crecimiento en los últimos años. Loteos y desarrollos inmobiliarios en forma de 14 barrios cerrados y 11 abiertos surgidos donde antes reinaban las chacras se suceden desde la Ruta Nacional 22 camino a las bardas, al norte de la Patagonia. Del otro lado del puente que traquetean los camiones rumbo a Vaca Muerta, todo es aridez. De este, todo es verde, como lo imaginaron los visionarios que construyeron el Dique Ballester y la red de canales de riego hace ya más de cien años. Esa zona de la ciudad que parecía lejana durante la infancia de Agustín Vizzotto, Julián Vizzotto y María García Santillán hoy está integrada a Roca y es uno de los ejes de sus vidas profesionales desde que en 2023 crearon el estudio Viga aquí, en el corazón del Alto Valle, donde nacieron, se criaron y decidieron volver.
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