Aval legislativo para el crédito nacional y los municipios participan

El gobierno rionegrino logró el aval legislativo para concretar un préstamo de Nación y para negociar con acreedores para reestructurar parte de su deuda pública. El crédito nacional para desajustes financieros todavía no tiene monto pero una reforma acordada determinó que esa asistencia alcance a los municipios.

La autorización parlamentaria se respaldó en 44 votos, con los rechazos de dos legisladores del Frente de Todos, Pablo Barreno y María Grandoso. Esta oposición tuvo un fuerte debate interno, incluyendo adhesiones forzadas por “conducta partidaria”, como lo expresaron José Berros, Ignacio Casamiquela y Daniela Salzotto.
El oficialismo aceptó que el 10% del préstamo que se formalice con Nación se coparticipe a los municipios, en iguales condiciones. Esta inclusión alentó al justicialismo al acompañamiento.

El otro núcleo del proyecto aprobado corresponde a la posibilidad de renegociar condiciones de los títulos ya emitidos, puntualmente el bono 2020, el 2021, ambos en pesos, y los correspondientes al Plan Castello, en dólares.

El oficialismo disponía de la mayoría necesaria, pero maniobró para sumar votos que expresen un mayor respaldo político-institucional. Por eso, el presidente del bloque de Juntos, Facundo López también retiró del texto original otros pedidos de autorizaciones, como la emisión de Letras y una cantidad superior de descubierto bancario (FUCO). En realidad, ninguno presentaba urgencia porque serían operativos en enero del 2021.

Al debate lo abrió Lucas Pica por el oficialismo. “Esto es una emergencia en la emergencia”, dijo para justificar el préstamo en marcha de Nación y la pretendida refinanciación de pasivos.
Marcelo Mango, del FdT, cumplió con un enfoque general y resaltó la actitud nacional en acompañar a las provincias. Explicó que actualmente existen “dos pandemias”, la del coronavirus, que se agrega a la histórica de “deuda pública”. Compartió la necesidad de reestructurar los pasivos –como ya lo había planteado en un proyecto propio– y reconoció la apertura del oficialismo. Alejandro Marinao contó de las dificultades municipales y valoró que la asistencia crediticia se copartícipe a las intendencias.

Luego, Juan Martín, de Juntos por el Cambio, ponderó esa inclusión y el “diálogo político” pero, en cambio, se quejó porque no se trata su proyecto de “un Fondo Covid, con el 30% de aporte de la política”. “Se resalta el Estado, pero el Estado se termina si no hay aporte del privado y se ignora su esfuerzo en la pandemia”.

Como presidenta, María Eugenia Martini adelantó el apoyo “mayoritario” del bloque de FdT pero aclaró que, “sin pandemia, igual se estaría tratando nuevos empréstitos y buscando reestructurar la deuda”.

Al final, López enfocó la deuda provincial en el Plan Castello pero, esencialmente, reconoció la actitud “responsable, el trabajo y aporte” de la oposición en las coincidencias logradas, que interpretó como “una revalorización de la política”.

El debate legislativo y el mandato del PJ

El bloque del FdT cayó en un desgastante pulseada interna por el proyecto gubernamental. El apoyo fue “mayoritario”, con votos forzados y con rechazos molestos.

Media docena se resistía al respaldo propuesto por un sector, liderado por su titular María Martini y la legisladora Alejandra Mas, que preside además al PJ. Creían en el voto afirmativo porque la propuesta oficial respondía a la línea nacional y se había aceptado coparticipar el préstamo con los municipios.

Esas razones no bastaron en los debates de todo el jueves. Y se tuvo que ayer reunir –en forma virtual– el Consejo del PJ, conformado por los jefes comunales. Algunos no se conectaron, pero la mayoría alentó la aprobación.

Concluyó con un Whatsapp de Mas para “impartir mandato” del partido a sus legisladores para que se vote “favorablemente”.