Azul profundo
Buceo con lobos marinos, bautismos submarinos, deportes acuáticos, paseos náuticos, excursiones para estar cerca de los pingüinos y avistaje de ballenas, parte de la atractiva oferta de la ciudad.
El golfo Nuevo es uno de los pocos lugares en el mundo con condiciones casi ideales para el avistaje y contacto directo con animales acuáticos como ballenas y lobos marinos. Ubicado en la costa chubutense, tiene como ciudad de referencia a Puerto Madryn, desde donde se organizan todo tipo de actividades para disfrutar de la fauna marina. Las aguas calmas y claras, un espacio no muy extenso y la gran estacionalidad de las especies permiten espectáculos únicos.
El buceo con lobos marinos es una de las estrellas en Puerto Madryn. La especie se caracteriza por ser amigable y disfrutar del contacto con humanos, lo que permite paseos submarinos entretenidos y sin problemas. Los lugares ideales y especialmente preparados para hacerlos son la reserva de Punta Loma y la colonia de lobos marinos de Punta Ameghino.
Las salidas se realizan de mañana, con una navegación que dura alrededor de 30 minutos pasando por lugares como Punta Cuevas (cuevas de los galeses), el monumento al Indio Tehuelche, playa Kaiser (con los restos del barco del mismo nombre que naufragó descansando en la arena), el acantilado de Punta Este playa Paraná y barco hundido “El Folías”, entre otras atracciones. Una vez que se arriba a una zona con buen clima y se divisan a los lobos, comienza la aventura de la inmersión. La profundidad no suele superar los ocho metros –con marea alta– y la visibilidad normal es entre cuatro a diez metros.
El fondo es de tosca con concavidades arenosas y grietas y tapizado por algas. Por lo general los grupos se componen de seis personas y el tiempo de inmersión es de unos 45 minutos, permitiendo el nado con los lobos, mirarlos de cerca pero no tocarlos. Desde los prestadores y el gobierno se promueve la concientización para garantizar el cuidado del medio ambiente acuático para las futuras generaciones.
En Madryn las empresas ofrecen salidas que consisten en una clase teórica en el local, traslado al punto de buceo y luego la inmersión. Los pases de buceo o snorkel con lobos cuestan alrededor de 900 pesos por persona, y los acompañantes 200 pesos. El paquete incluye la clase teórica y práctica, el traslado, la asistencia de un instructor especializado y el equipo completo de buceo o snorkel.
Otras actividades
• Bautismos submarinos. Se trata de una modalidad del buceo recreativo, donde sin tener experiencia alguna en buceo o natación, las personas pueden incursionar en el mundo subacuático acompañadas de un instructor. Luego de una clase teórica y práctica, en el fondo del mar se inicia el recorrido donde se muestran las partes más atractivas del parque y la fauna y flora características de la zona.
• Buceo. Las inmersiones permiten llegar a parques naturales submarinos y también a barcos sumergidos.
• Paseos náuticos. Se realiza en la temporada de verano, con salidas diarias y visitas a la lobería de Punta Loma (a 17 kilómetros), avistaje de delfines, al barco hundido (“El Folías”) y a Punta Este.
• Deportes acuáticos. Se pueden practicar en distintas épocas del año y comprenden una amplia gama de actividades como windsurf, jet ski, navegación a vela y yachting, entre otras.
• Excursión a Punta Tombo y Valle Inferior del río Chubut. En septiembre arriban a las costas de Chubut los pingüinos de Magallanes. Esta especie tiene su mayor concentración en el Área Natural Protegida Punta Tombo, con un número superior a 200.000 parejas reproductoras, lo que la hace la mayor colonia continental de reproducción de esta especie. Hasta marzo ofrecen un espectáculo único en su tipo, hace que miles de turistas visiten la zona año tras año.
• Lobos en el Área Natural Protegida Punta Loma. Ubicada a 17 kilómetros hacia el sur, la reserva alberga un apostadero de lobos marinos de un pelo y una colonia de cormoranes. Se puede visitar todo el año teniendo en cuenta los horarios de bajamar, además en la misma se puede disfrutar de un sendero interpretativo de flora autóctona.
• Turismo rural. Espacios dedicados al agroturismo, combinando la tradicional actividad pecuaria con la actividad turística, creando una interacción del visitante con la vida de campo. Se ofrecen servicios de primer nivel con atención personalizada. Además de las localizadas en la península Valdés, en cercanías de la ciudad se encuentran las estancias San Guillermo y El Deseado.
• Recreación en la ciudad. Puerto Madryn ofrece un circuito histórico que incluye visitas al centro de interpretación Punta Cuevas (primer asentamiento galés), museos, edificios y monumentos históricos.
Algunos de ellos son el Museo Oceanográfico y de Ciencias Naturales, el Museo Municipal de Arte, el Teatro del Muelle y Cine Teatro Auditorium de la Sociedad Italiana.
También se puede visitar el Ecocentro Puerto Madryn, destinado a la interpretación de ecosistemas marinos que cuenta además con un centro cultural preparado para la presentación de muestras.
avistaje de ballenas: todo depende de ellas
Al golfo Nuevo llegan por año unas 1.000 ballenas, convirtiéndolo en uno de los lugares más atractivos del mundo para realizar avistajes por la gran cantidad de ejemplares y el reducido espacio por donde circulan.
En esta época del año se puede disfrutar de uno de los mejores recorridos en embarcaciones donde el número de ballenas y el buen clima conjugan de manera perfecta para el ojo turista.
Guías balleneros cuentan que la mejor estrategia para un avistaje ideal es respetar al animal, aprender su comportamiento y entenderlo.
Puerto Pirámides está a unos 100 kilómetros de Madryn y desde allí parten a diario decenas de embarcaciones de distintas empresas para observar a las ballenas que cada año llegan al golfo.
Se trata de un espectáculo único. Una vez dentro del mar estamos en su casa, en su territorio, y allí todo depende de ellas. Mientras la lancha o el catamarán navegan, en cualquier momento uno de los tantos cetáceos se divisa a unos metros.
Y sin necesidad de acercarse ella sola nos visita, juega con nosotros, se muestra, de un lado y del otro, pasa por debajo de la embarcación, luce su lomo, respira cerca, pasea y tras unos minutos se aleja.
Los más afortunados podrán ver los maravillosos saltos, colas y llamados de una madre a un ballenato. Pero el diamante del avistaje son las “colas sensor”.
“La ballena permanece en forma vertical todo su cuerpo y sube y baja la cola varias veces durante periodos de 10 a 15 minutos lo que nos permite acercamientos muy buenos. Es raro pero suele pasar. Se da cuando la ballena termorregula su temperatura corporal, tiene un sistema de vasos sanguíneos que pasa por la cola y con esa postura regula su temperatura”, explica Miguel Bottazzi, guía ballenero y segunda generación de la familia que se dedica a esta actividad (www.titobottazzi.com).
“El avistaje depende de ellas. Nosotros interpretamos lo que quieren hacer, estamos en su casa, y dependemos de lo que ella quiera. En el 80% de los avistajes se da que están tranquilas, se acercan y quieren interactuar con nosotros”, agrega Miguel.
La experiencia del capitán y del guía también juegan a la hora de encontrar los mejores momentos y ejemplares. “Es una base de respeto y conocimiento al animal”, explica Edgardo Rosa o “Alacrán” como lo conocen todos, el capitán de una de las tantas embarcaciones y ballenero hace unos 20 años: “En ciertos momentos la ballena le es indiferente si estas o no estas, sabe de nuestra presencia. Son animales que viven entre 60 y 80 años, y muchas ya nacieron con este tipo de embarcaciones a su alrededor. Saben que somos inofensivos. Por eso permiten que los bebés jueguen con nosotros mientras ellas descansan”, cuenta Miguel sobre el comportamiento de las ballenas.
Se llaman “francas” por su forma de ser –comenta el guía– caracterizadas por la tranquilidad, docilidad y curiosidad.
Puerto Madryn
fitmelina@gmail.com
El golfo Nuevo es uno de los pocos lugares en el mundo con condiciones casi ideales para el avistaje y contacto directo con animales acuáticos como ballenas y lobos marinos. Ubicado en la costa chubutense, tiene como ciudad de referencia a Puerto Madryn, desde donde se organizan todo tipo de actividades para disfrutar de la fauna marina. Las aguas calmas y claras, un espacio no muy extenso y la gran estacionalidad de las especies permiten espectáculos únicos.
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