Bachelet y Piñera arrancan la campaña para un reñido ballottage

La socialista (45,95%) y el liberal (25,41%) no perdieron ni un día de proselitismo.

SANTIAGO (AFP/ TéLAM).- La ex ministra socialista Michelle Bachelet y el empresario derechista Sebastián Piñera emprendieron ayer una carrera definitiva para ganar la presidencia de Chile en el ballotage del 15 de enero, tras ser los dos candidatos más votados el domingo.

La candidata oficialista de los partidos de centroizquierda que integran la Concertación Democrática logró el 45,95% de los votos, insuficientes para ser elegida como la primera presidenta en la historia del país en primera vuelta, según el cómputo final del Ministerio del Interior. Piñera, de la derecha moderada, obtuvo el 25,41% y desplazó a Joaquín Lavín, de las corrientes conservadoras, que alcanzó el 23,22%, mientras el izquierdista Tomás Hirsch quedó cuarto con el 5,4%.

Lavín, de la Unión Demócrata Independiente (UDI), anunció el domingo que apoyará a Piñera, candidato del Partido Renovación Nacional (RN), porque «llegó la hora de la unidad». Los votos de Piñera y Lavín suman más de 48% y sobrepasan la votación de la ex ministra.

Hirsch, cuyo apoyo podría resultar decisivo, adelantó que en la segunda vuelta electoral de enero anulará su voto y no se sumará a las fuerzas de la candidata de la Concertación. «No apoyaré a ninguno de los candidatos que hoy se presentan a la segunda vuelta, porque ninguno de ellos ha incluido en sus programas de gobierno, las profundas modificaciones que me parecen necesarias e imprescindibles», dijo Hirsch, del pacto «Juntos Podemos Más», que reúne a partidos de la izquierda dura.

El Partido Comunista, sin embargo, no se sumó a la postura de Hirsch y algunos de sus dirigentes se mostraron abiertos a un diálogo con la Concertación, para comprometer en un eventual gobierno de Bachelet la reforma al actual sistema electoral que excluye a las minorías.

La candidata oficialista reinició su campaña en La Florida, una humilde comuna del sur de Santiago, donde ayer obtuvo un elevado caudal de votos, que duplicó al dela derecha. «Estuve reunida con parlamentarios para seguir la campaña con un trabajo puerta a puerta, en el terreno, en contacto con la gente», dijo Bachelet al hacer un alto en su visita al barrio de casas de madera y techos de zinc. «Ni todo el dinero del candidato de la derecha podrá torcer la elección de segunda vuelta», dijo Bachelet en alusión a Piñera y sus intereses en grandes empresas y un patrimonio de 1.200 millones de dólares. El presidente Lagos, por su parte, se manifestó seguro de que la candidata oficialista ratificará su triunfo en la segunda vuelta. «Estoy seguro de que el país va a poder tener continuidad y tranquilidad a partir de lo que vamos a tener el 15 de enero», dijo.

Piñera, convertido ahora en el candidato único de la Alianza por Chile permaneció recibió a sus colaboradores más cercanos para estudiar sus próximos pasos. Se reunió en su casa con su aliado Joaquín Lavín, al que designó como jefe político de su nueva campaña. El segundo paso de Piñera será una gira por varias ciudades del país antes de Navida El politólogo Patricio Navia consideró ayer que, apoyada por el popular Lagos y una economía en un momento estelar, Bachelet debió tener un mejor resultado, pero tampoco sufrió un desastre. «Más que los cantos de sirena que la llaman a izquierdizar su campaña demonizando a Piñera como un empresario, Bachelet debe convertirse en la verdadera heredera de Lagos», es decir con una postura de centro, añadió.

La Concertación controla el Congreso

SANTIAGO (AFP).- El Parlamento chileno quedó constituido por una mayoría oficialista tras las elecciones del domingo, lo que auguraría un buen desempeño legislativo a Michelle Bachelet en caso de ganar en segunda vuelta, pero complicaría, en cambio, la gestión del empresario derechista Sebastián Piñera.

En la elección parlamentaria, la coalición de gobierno de la Concertación –que apoya a Bachelet– quedó con mayoría legislativa por primera vez desde el término de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), al conquistar 20 de los 38 escaños disputados en el Senado y 65 de los 120 cupos de la Cámara de Diputados.

En porcentajes el conglomerado de gobierno, compuesto por socialistas, demócrata cristianos, radicales socialdemócratas y el Partido por la Democracia (PPD), consiguió el 51,7% de los votos en la elección a Diputados, mientras que la Alianza derechista logró el 38,7%. «Con esta votación parlamentaria, los chilenos van a tener que elegir en segunda vuelta entre un candidato a presidente que tiene mayoría en el Parlamento (Bachelet) para dar gobernabilidad y otro que no lo tiene (Piñera)», dijo el presidente del PPD, Víctor Barrueto.

En caso de ganar el balotaje del próximo 15 de enero, la mayoría del oficialismo permitiría a Bachelet gobernar con más soltura que al presidente Ricardo Lagos, aunque le sería insuficiente para lograr cambios más profundos, como una reforma de la Constitución, que necesitaría una mayor votación o quórum calificado.

«Bachelet queda en un muy buen pie para gobernar», dijo el cientista político Genaro Arriagada, que destacó no obstante que la representación parlamentaria que obtuvo la coalición no es suficiente para realizar reformas sustantivas. La legislación chilena establece que para reformar la Constitución la norma debe ser aprobada por una mayoría de 23 senadores.

ANALISIS : La pelea por el voto de centro

Tras los discursos, los abrazos y la reiteración de promesas tras las elecciones presidenciales en Chile, los candidatos que disputarán la segunda vuelta el 15 de enero, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, comenzaron a diseñar la estrategia para lo que viene. El objetivo más importantes para ambos es asegurar el voto del centro del espectro político, que podría inclinar la balanza en una votación final que promete ser muy disputada.

Piñera, un empresario millonario de 56 años, se anotó un éxito al vencer a su rival de la derecha Lavín en una disputa que a nivel presidencial mantuvo dividida a la Alianza por Chile. El bloque opositor ahora parece unido después de que el gran derrotado anunciara un respaldo total a la candidatura del empresario.

Para los más optimistas de la Alianza por Chile, el triunfo parece estar a la vuelta de la esquina porque la suma de los votos de Piñera y Lavín son más que los obtenidos por Bachelet. La estrategia de Piñera consiste en buscar aproximaciones con el sector más centrista del gobierno, el Demócrata Cristiano (PDC). El problema para Piñera puede estar en el rechazo que genera su candidatura en algunos sectores de la UDI, que se enmarca en viejas rivalidades de liderazgo en la Alianza por Chile.

Bachelet, médica socialista de 54 años, tenía en sus proyecciones una segunda vuelta y por eso no dramatizó su situación.

Desde la concertación atacan el cálculo de la derecha, ya que varias encuestas de las últimas semanas mostraron un triunfo de Bachelet en el ballottage, sin importar si su rival era Piñera o Lavín. En las filas de Bachelet la estrategia debe consistir en impedir la fuga de votos del centro y fortalecer la candidatura con la incorporación a la campaña de varios de los congresistas que salieron victoriosos en los comicios legislativos.

La Concertación consiguió aseguró la mayoría en el Congreso, pero a sus dirigentes les preocupa que la votación de Bachelet fue inferior a la del oficialismo en las parlamentarias. Es posible que Bachelet abra más su campaña a figuras democristianas. En medio de la suma y resta de votos, que amenaza con colapsar las calculadoras, surge la expectativa por conocer el comportamiento el 5% de votantes de izquierda que apoyó a Hirsch, que dejó en libertad de acción a sus adherentes. Pero los Comunista yla Izquierda Cristiana apoyarían a la socialista.

Lavín será jefe electoral de la derecha

SANTIAGO (AFP).- El candidato a la presidencia de Chile Sebastián Piñera, de la derecha moderada, nombró ayer como jefe político de su campaña para la segunda vuelta electoral al ex candidato Joaquín Lavín, de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI).

La decisión se concretó durante una reunión que congregó a varios dirigentes de la derecha, y la noche del domingo Lavín respaldó la candidatura de Piñera para que la Alianza por Chile, conformada por RN y la UDI, llegue al gobierno después de la segunda vuelta del 15 de enero.

«Estoy muy contento de haber llegado a un acuerdo total con Joaquín. Como lo dije en la campaña, él va a cumplir un rol importante en la segunda vuelta y en el eventual gobierno», señaló Piñera.


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