Bariloche: Cómo romper el silencio de la violencia de género

Con una nueva campaña de concientización, la ciudad apunta a que la violencia no es una situación que ocurre entre dos personas, sino que es una responsabilidad social desnaturalizarla y deconstruir privilegios y relaciones de poder.  

Redacción

Por Redacción

“Rompamos el silencio que tanto duele”. Es la frase que se repite una y otra vez en las piezas de la más reciente campaña de concientización sobre la violencia de género que elaboró la Municipalidad de Bariloche, a través de su área específica de Género y Diversidad Sexual.  

Como en muchos de estos casos, el mensaje apunta a la prevención y alerta temprana, pero también a la contención cuando la situación de violencia de género ya es una realidad. Y es parte de un amplio trabajo que viene realizando el Municipio de Bariloche, a cargo del intendente Gustavo Gennuso, con el desarrollo de políticas públicas específicas para enfrentar un problema cada vez más visible pero que no parece decrecer en intensidad en ningún rincón del país.  

Redes multidisciplinarias de contención 

La ciudad cordillerana dispone de varios estamentos que, afortunadamente, trabajan de manera articulada en la temática de la violencia de género, en las distintas etapas que pueden surgir: información, asesoramiento puntual, contención, denuncia, acompañamiento legal.  

El Municipio cuenta con el Área de Género y Diversidad Sexual, que funciona como un primer enlace de contención y asesoramiento, y que cuenta además con importantes recursos de trabajo permanente, como la línea local de Whatsapp atentida por un equipo técnico especializado, la Casa Refugio Amulén (que brinda alojamiento temporario y acompañamiento a víctimas e incluso a sus hijos) y una fuerte implementación a nivel interno de la Ley Micaela, para capacitar a empleados y funcionarios municipales, aunque han dado también estas capacitaciones para otros organismos, como Parques Nacionales, el Centro Atómico y, antes de la pandemia, juntas vecinales y colegios secundarios.  

En paralelo, el equipo municipal funciona en permanente contacto con una amplia red de dispositivos: otros espacios municipales (desde ya con la Casa Refugio Amulén, pero también con los Centros de Desarrollo Infantil y los Centros de Atención y Articulación Territorial del Municipio) y además con espacios de otras órbitas, como la Comisaría de la Familia, la Fiscalía de Género, el Centro de Atención a la Defensa Pública (CADEP), la Oficina de Atención a la Víctima (OFAVI), los juzgados de familia, el Sistema de Abordaje Territorial (CAT) del Gobierno de Río Negro, los Centros de Salud, equipos de Salud Mental de niñas, niños y adolescentes, el Servicio Social del Hospital Zonal, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación.  

Todas estas instancias son eslabones de una cadena que no debe romperse, para que la detección de casos de violencia de género no termine en denuncias no canalizadas, en el recontacto con los victimarios, en la revictimización que muchas veces sufren las víctimas en el proceso judicial. Por eso también la Municipalidad, a través de la Subsecretaría de Políticas Sociales (que coordina el Área de Género y Diversidad Sexual municipal), impulsa todavía más espacios de coordinación e intercambio, como el Consejo Intercultural de las Mujeres que suma la participación de 12 organizaciones locales vinculadas a los temás de género y diversidad.  

Esta última semana, el intendente Gennuso participó junto a otros jefes comunales rionegrinos de la presentación virtual por parte de la gobernadora Arabela Carreras del programa “Consolidarnos”, coordinado por la Secretaría de Coordinación de Políticas Publicas con Perspectiva de Género provincial. Esta iniciativa buscará dar financiamiento para crear y fortalecer las áreas de género de los distintos municipios, y constituirá Mesas Regionales para que se articulen programas y políticas sobre género y diversidad en toda la provincia. 

Nuevas masculinidades 

Mucho de lo que se viene trabajando en el ámbito de género y diversidad apunta a discutir el concepto hegemónico de “masculinidad”, vinculado al rol que ejerce en las relaciones de poder y los estereotipos que le son asignados de manera naturalizada al rol masculino.  

“Es una cuestión de dejar de poner todo el tiempo la responsabilidad en las mujeres”, explica Paula Barberis, Subsecretaria de Políticas Sociales del Municipio de Bariloche, bajo cuya órbita funciona el Área de Género y Diversidad Sexual. “Estamos acostumbrados a que la mujer es por un lado la que sufre la violencia y por otro lado es la responsable de terminar con ella: es en general la que se va de la casa, la que no puede participar en diferentes ámbitos porque está la persona que la violenta, la que tiene que seguir los caminos judiciales, y lo que estamos trabajando mucho hoy desde el Municipio y en conjunto con organizaciones de varones, es que sean ellos mismos los que revean el rol que tienen como varones en la sociedad, que puedan deconstruir todos los estereotipos, actitudes y acciones que realizan en función de las relaciones de poder que encarnan, porque todas las personas encarnamos algún tipo de relación de poder”.  

En ese sentido, sostiene Barberis, “se apunta a que los varones puedan visibilizar y desnaturalizar estos privilegios, deconstruir esa violencia que está impregnada en las relaciones, para generar en ellos primero y luego en toda la sociedad un cambio de conducta, de patrón”.  

Una campaña para abrir el juego 

En este contexto, a lo largo de los últimos años, la Municipalidad de Bariloche lanzó diversas campañas de prevención y de concientización respecto de la violencia de género. Y con la llegada de la pandemia y el aislamiento, vio la necesidad de fortalecer los canales de llegada, y dispuso la creación de una línea local que, a través de Whatsapp, pudiera ser un primer lugar de pedido de asistencia y contención.  

Con la consolidación de esa línea, llegó una nueva campaña promocional que puso el eje en multiplicar el acceso a esa vía de comunicación, y brindar a cada posible víctima las señales a identificar, el alerta temprana de qué actitudes ya constituyen violencia de género aunque estén naturalizadas, o aunque no sean las más espectacularizadas por los medios. Los celos, la denigración, el aislamiento de otros vínculos, los mecanismos de control, la difusión de contenido íntimo, el acoso callejero.  

Y al mismo tiempo, el Área de Género y Diversidad Sexual municipal puso el foco en diversificar a los destinatarios: en sintonía con lo que señala Paula Barberis, no sólo se le habla a las personas víctimas de violencia de género, como si fuesen las responsables de desandar el camino de una violencia sistemática e histórica.  

Por un lado, se habla a toda la red social de una mujer que puede estar en situación de violencia de género: amigos, familiares, compañeros y compañeras de trabajo, toda aquella otra persona que pueda detectar “desde afuera” una situación que a veces para la protagonista es difícil de ver con claridad, o que puede estar fuera de su alcance denunciar.  

Por otro, se habla a una red social que además de identificar a una persona que sufre violencia, puede identificar (y tal vez de manera más clave) a un victimario. Las personas que ejercen violencia también tienen amigos, familia, colegas, que podrían ser estratégicos a la hora de detectar estas situaciones.  

Y finalmente, la campaña también se dirige a aquellas personas que puedan estar naturalizando un comportamiento propio, sin identificarse a sí mismos como ejercedores de la violencia. El equipo de la Municipalidad de Bariloche incluso notó que empezaron a llegar algunos llamados a la línea local realizados por hombres que notaron en sí mismos actitudes de violencia y buscaron asesoramiento.  

Es el camino de una deconstrucción que a veces parece imposible al encender la televisión y ver simultáneamente las noticias permanentes de femicidios y de sobrevivientes que denuncian, y el bombardeo mediático con conceptos que naturalizan la desigualdad, la violencia, la denigración, el privilegio.  

Y es importante que sea desde el Estado que se fortalezca ese camino, con una actitud de trabajo interdisciplinario, de atención, de articulación con otras entidades y organizaciones, para que las personas en situación de violencia de género sientan que tienen quién las escuche, las acompañe y las asista.  

Contactos útiles: 

Línea local de Whatsapp (mensajes y llamadas): +54 9 294 4662733 (lunes a lunes de 8 a 20 hs) 

Emergencias: línea 911 

Asesoramiento y acompañamiento a nivel nacional: línea 144 


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