Masivo reclamo por “cárcel efectiva” en la marcha de Bariloche
Una columna de siete cuadras se manifestó un fuerte repudio a las excarcelaciones de represores propiciadas por el gobierno.
La movilización que conmemoró el día de la Memoria, la Verdad y la Justicia enarboló como consigna principal la exigencia de una mayor celeridad en los juicios por delitos de lesa humanidad y el rechazo al otorgamiento de “prisiones domiciliarias” a los genocidas con condena.
La marcha fue multitudinaria y en su tramo final, sobre las calles Moreno y Mitre, cubrió alrededor de siete cuadras. Participaron organizaciones de derechos humanos, de los pueblos originarios, partidos que integran el Frente para la Victoria, el Frente de Izquierda y también una ruidosa columna de parches murgueros.
La movilización había comenzado a las 17 en Onelli y Brown y terminó en el Centro Cívico, con la lectura de una declaración consensuada por la mayoría de las organizaciones. La izquierda hizo un acto aparte en la esquina de Mitre y Quaglia.
El documento principal subrayó el repudio a las excarcelaciones de represores propiciadas por el gobierno “con la complicidad del aparato judicial” y recordó que dos exmilitares con condena -Felipe Ayala y Ernesto Ramón Cooke- viven en Bariloche con prisión domiciliaria, como había sido denunciado hace pocos días.
La lectura fue interrumpida en varias oportunidades por un coro de insultos al presidente Mauricio Macri. También arreciaron los silbidos cuando fue nombrada la ministra Patricia Bullrich.
“La democracia no es un sistema de gobierno, es un ejercicio cotidiano”, señaló el documento leído en el Centro Cívico, que criticó con dureza al actual gobierno por su “corte netamente neoliberal” y la política de “recorte de derechos”.
También hubo cuestionamientos a “la militarización” de Bariloche, ocurrida a partir del conflicto mapuche. “Para este gobierno el enemigo es el pueblo que lucha y reclama”, denunciaron las organizaciones.
El texto incluyó una crítica expresa a “la entrega del cerro Catedral” y una reivindicación a “los pueblos originarios, que luchan por recuperar sus tierras”.
La marcha congregó a unas 3.000 personas y uno de los datos novedosos fue la participación de un grupo de actores vestidos de negro que desfilaron con grandes pañuelos blancos a modo de estandartes, para evocar la lucha de las Madres de Plaza de Mayo.
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