Saiz declaró y se retiró con custodia del juicio por Cárdenas y Carrasco

El exgobernador se presentó como testigo citado por la defensa de los policías. Fue increpado por familiares y organizaciones.

Saiz declaró y se retiró con custodia del juicio por Cárdenas y Carrasco

Marcelo Martínez

Rodeado de agentes de la Policía de Río Negro, entre abucheos e insultos, se retiró el exgobernador Miguel Saiz del edificio de Tribunales a donde declaró como testigo en el juicio que investiga los crímenes de Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas.

El exmandatario fue citado como testigo por la defensa de los policías imputados y tras su declaración en la sala de audiencias esta mañana, la Cámara del Crimen concedió un cuarto intermedio, por lo que familiares y dirigentes de organizaciones sociales salieron del recinto tras el exgobernador. En el acceso del edificio donde Saiz se disponía a hablar con la prensa, los familiares lo increparon acusándolo de “asesino” y que “sus manos están manchadas de sangre”.

Ante esa situación, que no registró hechos de violencia física, un grupo de agentes de la Policía de Río Negro custodió al exgobernador y lo acompañó caminando hasta su vehículo, ubicado a unas cuadras.

La Policía provincial realiza las tareas de seguridad fuera del edificio Pilmayquén donde se desarrolla el juicio y en el interior la seguridad está en manos de la Policía Federal.

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Saiz en su declaración dijo que el 17 de junio de 2010 cuando en el Alto de Bariloche se produjo la represión policial que terminó con la vida de los dos jóvenes, se encontraba en Viedma y se mantenía informado por el ministro Diego Larreguy y el entonces secretario de Seguridad, Víctor Cufré.

El exgobernador afirmó que “nadie tenía conocimiento del uso de balas de plomo” y señaló que las primeras informaciones que obtuvo era que “podría haber resistencia con armas tumberas”.

Saiz indicó que entre 24 y 48 horas después de lo ocurrido en Bariloche, reunió a la plana mayor y dio instrucciones que no quería “ninguna muerte más en la provincia”.

“Me resulta inexplicable lo que ocurrió”, afirmó el exgobernador.

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