Buscan lugar para los policías del caso Solano

VIEDMA (AV).- El gobernador Alberto Weretilneck estimó que el traslado de los policías procesados por el caso Solano se cumplirá en “los próximos 10 días” aunque afirmo que “el lugar no está definido”. En principio, la provincia evalúa y condiciona una vieja edificación en cercanías del Valle Medio, que pretende transformarse en una “cárcel” de policías. El destino de esos procesados, hoy en Lamarque, es un tema de negociación, a partir de las marcadas diferencias entre Seguridad y la Policía. La secretaria Martha Arriola pretendía una clara ratificación del poder civil mientras que el jefe policial, Fabián Gatti reivindicó lo actuado por el subjefe, el retirado Eladio Infante. Weretilneck los reunió el martes en la Residencia. No avaló ningún corrimiento policial y, aún así, logro –por lo menos, por ahora– retener a Arriola y a su equipo. El pensamiento del mandatario: evitar confrontar con la policía y él garantiza el mando civil sobre esa fuerza. La disputa verbal se desbordó en un cruce de Arriola con Gatti, un subordinado suyo que no le reconoce autoridad. Igual, el cuestionamiento de la secretaria ya era la expuesta autonomía de la Policía rionegrina, evidenciada en sus reparos en la vigilancia y la transferencia de los policías presos por el Caso Solano. Con la postura asumida por el gobernador, Arriola se fue molesta y Gatti lo hizo reconfortado. Ambos se retiraban cuando el ministro Luis Di Giacomo insistía ante el periodismo que se continuaría negociando con los policías procesados, buscando consensuar su traslado, sin plazos. La secretaria pensó en su dimisión pero, a la tarde, se reunió con Weretilneck, acordando ciertos límites, como el lugar que se le asignaría a los uniformados procesados. Demasiada humillación sería el traslado a Pomona. “Todos juntos, en la mejor y más moderna cárcel rionegrina”, piensa. Esa unidad carcelaria era la opción propuesta por los detenidos, avalada por la policía. Al otro día, Weretilneck volvió a recibir a todos en la Residencia: el ministro, la secretaria, sus subsecretarios y el jefe policial. También se sumó al subjefe Infante. Quedo en claro una cuestión: la ya inconciliable relación de Arriola y Gatti. Aún así, Weretilneck impuso distintos debates, como la necesidad del retiro de los procesados de Lamarque y así se profundizaron alternativas para adecuar alguna edificación y conformar –rápidamente– una “cárcel” para policías. El viernes, en diálogo con la prensa, Weretilneck reiteró que “los presos no pueden” estar en Lamarque y estimó “su traslado definitivo en los próximos 10 días”. Advirtió que “el lugar no está definido”, “hay acciones”, y “quedarán allí hasta el juicio”. Además, remarcó que “no hay cambios en la Policía ni en Seguridad, bajo ningún punto de vista”.

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