Cambió la Manu

La primera conquista de Manuel Lanzini en el nacimiento del segundo tiempo fue suficiente para derrumbar a Tigre y River lo goleó 3-0, para regocijo del Monumental.

Con dos goles de Manu y uno de Giovanni Simeone (el primero oficial para el hijo del Cholo), el equipo de Ramón Díaz apabulló al Matador.

Los Millonarios todavía están lejos de la cima en el Inicial, pero completaron una semana que se empezó a encaminar el jueves con la clasificación a los octavos de la Sudamericana, en el duro cruce ante San Lorenzo.

River asumió el protagonismo desde el comienzo e intentó ser prolijo, con la pelota al piso, pero sin la movilidad ni el volumen de juego necesario para llevar peligro hasta la valla de Tigre. Así, el primer tiempo fue muy malo, con apenas de un par de avisos del local, vía Andrada y Ponzio.

El segundo período tuvo un desarrollo absolutamente distinto y eso ocurrió a partir del primer gol de Lanzini que se concretó antes del minuto. Manu se apoderó de una pelota dividida en su propio campo, avanzó hacia el arco contrario valiéndose de las dudas de la última línea visitante y desde la puerta del área definió abajo y a la izquierda de García. Tigre nunca se recuperó y quedó aniquilado.

La facilidad que ofreció el adversario animó a River a ir en la búsqueda del segundo gol y lo logró a los 17. Andrada la peleó, los defensores se hicieron un nudo y el balón rebotó hacia Simeone, quien resolvió por debajo del travesaño con un potente disparo.

Casi inmediatamente vino el tercer tanto, el segundo de Lanizni y el Matador ya no encontró remedio para sus males. Sólo a los 24 inquietó con una jugada que sólo sirvió para confirmar que Barovero estaba en cancha.

En definitiva, River disfrutó de una jornada reconfortante, mientras la realidad de Tigre en la tabla de los promedios quedó más comprometida de lo que estaba antes de pasar por Núñez.