Carreras: golpeada por la crisis y las internas, apuesta al turismo y la vacuna


La gobernadora rionegrina enfrentó muchos frentes de conflicto, además de la pandemia y la economía: Mascardi (con repercusión nacional), el contexto interno y el choque gremial con salud.


La gobernadora Arabela Carreras concluyó su primer año de gestión con muchos frentes de conflicto, además del que debieron enfrentar todos los habitantes, se encontró con la situación de lago Mascardi, con repercusión nacional, el contexto interno y el último enfrentamiento gremial con el subsector público de salud.

En cuanto a la evaluación de la gestión de gobierno frente a la pandemia de coronavirus, tuvo momentos de mucha tensión, con picos en los meses de mayor aumento de contagios durante los primeros meses en diversas zonas de la provincia y en los posteriores al invierno sobre todo en la zona del Alto Valle. Cabe mencionar que el nivel de contagios y la cantidad de casos no actuó de manera homogénea en las diversas regiones de la provincia.

Si correspondería analizar la comunicación del gobierno con respecto a las medidas sanitarias durante la pandemia y su impacto en la población, por los resultados obtenidos deberíamos concluir que fue mala. Hay ejemplos concretos de ello con los anuncios de flexibilización y su repercusión en la población, con momentos dificilísimos para algunos intendentes del Alto Valle que tuvieron que pedirle a la gobernadora la vuelta atrás en las decisiones.

Se visualizaron algunas fallas en el área para comunicar las medidas, solamente una sanitarista al frente de la comunicación de contagios diarios no alcanza y en muchos casos se la vio en soledad a la gobernadora haciendo frente a diversos temas. Dos ejemplos de ello fueron el día que se bajó de su auto para hablar con un manifestante, quien le exteriorizó: “Usted no es mi gobernadora”, o cuando en Canal 10 habló de la covid-19 como “nuestro viejo amigo, que es el coronavirus”.

Si bien la responsabilidad en torno al aumento de casos es en gran parte de la ciudadanía, esta siempre espera que sus gobiernos los cuiden, con mayor compromiso en una situación como la de 2020. No todos los gobiernos respondieron igual, basta recordar aquella frase del presidente Alberto Fernández: “En el país no hay cuarentena”.

También se deben reconocer algunos aciertos. Cuando toda la dirigencia política del país culpaba a la pandemia, Carreras en una nota a este diario mencionó que “la dificultad es parte de la gestión” o que “no hay que pensar las cosas de manual”. Si bien en la actualidad la imagen, el tono, la postura y la calidez ayudan a comunicar mejor, la base de sustentación del mensaje es el argumento.

Elecciones 2021

El próximo año el gobierno de Juntos Somos Río Negro afrontará su segunda elección legislativa desde la creación del partido provincial. En la primera en 2015 no fue parte y en la segunda desistió de participar luego de su tercer lugar en las PASO. Nuevamente deberá lidiar contra la grieta nacional, en una elección que nunca les atrae (por lo difícil de la estrategia ante electores, que miran a un escenario nacional) a partidos provinciales como el rionegrino.

Weretilneck la eligió como su sucesora, y Carreras se mostró feliz por “el desafío” de intentar gobernar Río Negro. Hoy la realidad marca un distanciamiento. ( Foto: César Izza)

Hoy, la interna dentro del partido, Weretilneck-Carreras o Carreras-Weretilneck según el prisma desde donde se la observe, pareciera acaparar toda la atención, la cual desarticula también a la oposición.


La puja al interior de JSRN -Weretilneck-Carreras o Carreras-Weretilneck- según desde dónde se la observe acapara toda la atención y desarticula también a la oposición.


El gobierno de Carreras tiene en el senador y exgobernador Alberto Weretilneck a su principal rival, la oposición aún sigue demostrando que todavía no está lista para competir en términos de igualdad frente al partido provincial, aunque como en la elección es para cargos nacionales podrán pelear las bancas con muchísimas posibilidades.

Las encuestas de los últimos meses reflejaron que solamente el senador de Juntos alcanzaría una alta intención de voto. No se observan dirigentes con al menos cierto conocimiento en la población, por lo cual es razonable esperar que los partidos tengan en quienes actualmente detentan los cargos a nivel nacional a sus futuros candidatos.

La gobernadora Carreras tiene la esperanza -como todos quienes están en la gestión- de que con la llegada de la vacuna pase la pandemia y puedan continuar con sus agendas, en el caso de Río Negro continuar con el Plan Castello para posicionar al gobierno de cara a las elecciones legislativas de la mejor manera.

Hace un año escribía acerca de que la mandataria tenía por delante un importante desafío, ya que debía gobernar la provincia después de dos períodos de quien fuera el creador de Juntos Somos Río Negro.

Allí mencionaba tres ejes, el contexto nacional, la consolidación de un partido provincial y la debilidad de la oposición. Los dos primeros se continúan configurando; en el caso del último de aquellos sigue igual, pareciera que el peronismo rionegrino no encuentra el rumbo, incluso sin tener como en otras épocas enfrentamientos internos.

Arabela Carreras proviene de Bariloche y fue -antes de 2019- ministra de Turismo, desde allí fue la elegida para compartir fórmula con Alberto Weretilneck primero y encabezarla después; y justamente a partir del turismo es que el gobierno rionegrino quiere salir adelante de este año crítico producto del coronavirus.

Si la temporada es un éxito y los contagios se mantienen en los números actuales, podría resurgir su gobierno de la mano de una política pública tan importante para la provincia como es el turismo. El tiempo y el fin del verano tendrán la respuesta, ¿será?

* Politólogo, analista político


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