Cartas: El mundo está aprendiendo a escuchar

Hoy es el Día Internacional de la Mujer, hoy podemos decir que hablar se puede y hay un mundo que está aprendiendo a escuchar. Quiero compartir lo que siento, porque tal vez haciéndolo pueda ayudar a la que lea esto y se sienta acompañada, que no es la única.

Soy una mujer que aprendió de muy chica a que en la vida, si querés progresar, el camino es el de trabajar. Aprendí día a día que el mundo no es fácil, que hay personas que no quieren que la mujer esté donde se toman decisiones, y en el área laboral es donde me hicieron sentir muchas veces que en las decisiones no participo, me hicieron sentir inferior.

Me dolió mucho, me duele que no me permitan ser parte. La discriminación existe y duele. Muchas veces tragué saliva y lloré sola, me sequé las lágrimas y volví con la intención de luchar para cambiar ese pensamiento. No es fácil, pero tengo fe y soy perseverante.

La discriminación hacia la mujer la vivo, muchas seguramente la vivimos, a veces más, a veces menos. Pero la verdad es que no me tratan igual que si fuera un hombre, y eso duele. No creo que el camino sea la violencia, sí creo que la lucha es el camino: con respeto pero luchando, porque merecemos ser tratadas bien, merecemos igualdad de oportunidades, merecemos vivir en el mundo, ser parte activa, merecemos igualdad de trato y oportunidad.

La violencia psicológica es terrible, hace mucho daño, duele, lastima, y todavía no sabemos bien hasta dónde los que deben ayudar nos pueden ayudar.

Si como sociedad no empezamos a madurar en la igualdad de oportunidad y de trato, si no les enseñamos valores morales y solidarios a nuestros hijos, a sentir empatía por el otro, las noticias cada vez van a ser más comunes en temas de agresión, violencia, femicidios.

Yo quiero construir un mundo desde mi lugar con amor y solidaridad como base, respetar y ser respetada. Me duele la humillación, por eso escribo esto, porque no sé si me van a leer muchos o pocos, pero no quiero pensar en la posibilidad de poner mi granito de arena y solo quedarme en eso.

Soy una mujer más de esta ciudad hermosa, Neuquén; de este país maravilloso que es la Argentina. ¡Despertemos! ¡Basta de violencia, de discriminación, de indiferencia y desigualdad!

Como personas, podemos empezar a construir un mundo solidario e igualitario, es cuestión de empatizar más entre nosotros y buscar que la convivencia sea con respeto. Creo que eso es posible.

Atte.

María Emilia Villar

DNI 31.419.884

Neuquén


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