Arreglo de calles: 0,10 cts. para el peso
Carlos N. Borra, DNI 4.967.482
NEUQUÉN
Es un verdadero ataque a la seguridad de los habitantes de la ciudad -de todos, peatones y conductores – el desempeño de los contratistas y los funcionarios, inspectores , etc. de tránsito. Estamos en manos de quienes deben controlar el desarrollo de los trabajos, que obviamente comprende su señalización cuando están en ejecución.
Muestra de la irresponsabilidad de las partes interesadas e involucradas es la lastimosa, peligrosa, antiestética, importancia que se le otorga a la demarcación de las tareas, constituida por escuálidas estacas de madera apenas clavadas en el suelo, sin asegurar y al tendido entre ellas de cintas de plástico , arrugadas y retorcidas que intentan avisar que “hay peligro”. A veces se le agrega un cartel colgado, que cuando es embestido por algún automovilista, como se ha verificado en numerosos oportunidades, las consecuencias se multiplican, pues se elimina la señal.
A esto se suma la ridícula concesión de espacios callejeros reservados que comprenden a cualquier actividad: repartición, cervecerías, bibliotecas y negocios varios , de 10 a 12, sin que aparentemente hayan sido objeto de análisis de su necesidad ni que el organismo u oficina encargada haya efectuado un balance de comprobación de la cantidad total otorgada en la ciudad sumado a las extensión de las actividades gastronómicas con instalaciones deficientes y permanentes (casi vacías y como resabio del covid-19) por todos los días y horarios.
Como final, la falta de control de velocidad en la ciudad, que por ejemplo en la Avda. Dr Ramón pasan 80 ó 90 km/h, pasándose unos a otros.
Después, aplican multas por invadir por un momento parcialmente la senda peatonal, falta que no está penada por la Ley de Tránsito. Una belleza.
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