Cepos que hacen la vida imposible

Gervasio Duilio Ciampari
BUENOS AIRES

Los cepos que persistentemente pone el Estado a las importaciones se han convertido en una situación dramática, no solo para los importadores y los factores de producción en general, sino también para cualquier ciudadano que necesite algún bien específico para su salud, por ejemplo.

Un traumatólogo es consciente de que determinados insumos para cirugía de cadera u hombro, por caso, escasean y no son fáciles de adquirir en el exterior. Estamos hablando de prótesis importadas cementadas, híbridas, no cementadas o sistemas de columna importados: barras, ganchos; en fin… hasta tornillos de sujeción.

Hay pacientes oftalmológicos que no pueden conseguir lupas electrónicas prescriptas por el oftalmólogo cirujano.

No estamos hablando de un celular de última generación ni un artículo de lujo; sino de dispositivos fundamentales para intentar seguir con una vida normal.

Del mismo modo, los automovilistas penan por neumáticos; algo que ya sabemos, lo cual alienta el contrabando o toda otra forma para conseguir cubiertas que nos permitan seguir andando por estos caminos y rutas destrozados del país.

Los funcionarios deberían ponerse en los zapatos de los profesionales de la salud y de los ciudadanos en general para establecer, al menos, excepciones que destraben la importación de insumos de vital importancia.


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios