¿Cuándo salimos campeones del mundo?

Santiago Vertua, DNI 42.448.943
Villa Regina

En un país tan futbolero como el nuestro, nada mejor que usar el fútbol como analogía de la política.

¿Cuándo salimos campeones del mundo? Me preguntaba; ¿cuando creíamos solo en una persona, en un Mesías al que le entregábamos todo el poder y nos resolvía los problemas solo o cuando dejamos que el líder pueda brillar en su lugar pero por sobre todas las cosas formar un equipo, dar el ejemplo, inspirar, gestionar y elegir al mejor en cada puesto? ¿Fuimos tan ingenuos de creer tantas veces que una sola persona nos iba a salvar?

¿Cuándo prometíamos cosas irrealizables e inalcanzables o cuando pusimos los pies sobre la tierra y prometimos con claridad lo que podríamos y deberíamos hacer para mejorar?

¿Cuándo nos dejamos guiar por discursos populistas y simpáticos al oído de que tan fácilmente lo íbamos a lograr o cuando fuimos realistas y serios de plantear el proceso que venía por delante? Porque al fin y al cabo, sea de Boca o de River, es populismo al fin.

¿Cuándo creíamos que por tomar atajos y sacar ventaja haciendo alguna infracción sin que nos viera el árbitro (o sin que nos quiera ver) íbamos a lograrlo o cuando se puso orden y se comenzó a cumplir con el reglamento?

¿Cuando creíamos que coimeando o transando con la institución que organiza los torneos o con algún referí corrupto íbamos a ganarlo o cuando fuimos de frente con gente comprometida y honesta?

¿Cuándo creímos que por ser amigos de otro jugador íbamos a poder llegar a la selección o cuando el mérito y el esfuerzo fue el que nos hizo llegar a la misma?

¿Cuando se dejó que en las juveniles se haga cualquier cosa porque daba lo mismo dar un buen pase entre líneas que jugar sucio o cuando se priorizó el desarrollo de las juveniles y su educación porque son el futuro y las que nos van a garantizar el éxito?

¿Cuándo todos jugaban por el extremo derecho o por el extremo izquierdo o cuando se llegó al tan difícil y ansiado equilibrio entre ambos laterales? Porque al fin y al cabo el objetivo es meter la pelota en el arco y el arco está en el centro de la cancha, lejos de los extremos.

¿Cuándo seguíamos insistiendo con jugadores que ya no tenían credibilidad en el equipo o cuando buscamos a los que siempre dieron la cara y dijeron la verdad?

Yo sé que es difícil, pero cuando vayas a votar, respirá profundo y pensá: ¿cuando salimos campeones del mundo?


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