El voto no es un cheque en blanco

Carta de Lector

Por Carta de lector

María de las Nieves Azar
DNI 17.641.237

NEUQUÉN

En cada elección, los políticos actúan como si el voto fuera un cheque en blanco. Pero no: el voto no concede impunidad, ni habilita a pasar por encima de la Constitución.

La Carta Magna dice que son “representantes del pueblo de la Nación Argentina”. Representantes, no dueños. Son nuestros empleados, no al revés. En cualquier empresa, si un empleado hace todo al revés de lo que le piden, lo echan. Y si la política fuera una empresa, más de uno estaría despedido por mala praxis. Porque hay que tener talento para llevar a un país entero al psiquiátrico.

Mientras tanto, las PyMEs del Congreso gozan de una salud envidiable: cada legislador tiene entre 18 y 30 “colaboradores”, asesores y asesores de los asesores. Una pequeña industria familiar sostenida con fondos públicos y sin riesgo de quiebra, juicio laboral ni déficit.

Y claro, como en toda empresa desquiciada, los empleados se cubren entre ellos. Nadie audita, nadie devuelve nada, nadie pide disculpas. Todos se refugian bajo el mismo escudo: “el pueblo me votó”.

Se dice que hay gobernantes mediocres porque los electores lo permiten. Duele, pero es cierto: cuando el voto se vuelve un trámite, la mediocridad se convierte en sistema.

El voto no es un aplauso. Es una advertencia.
Y conviene recordarlo antes de que nuestros empleados sigan facturándonos los errores como si fueran logros.


María de las Nieves Azar
DNI 17.641.237

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