Mi yo interior

Alberto Félix Suertegaray, DNI 14.169.481
General Roca

En las entrañas de nuestro ser habita la libertad. Una libertad que nos permite amar a nuestros afectos tener una actitud condescendiente con los que nos malquieren… Dejemos pasar las violencias y tengamos una paciencia viva con los que nos tratan ofensivamente.

Viva está mi libertad se regocija en la virtud y en el amor incondicional. Prolijamente conduzco mis actos y estoy listo para perdonar a los que me faltan el respeto.

En nuestro yo interior habita la libertad y eso nos hace capaces de corresponder al mal con el bien.

Puedo, con libertad, labrar las aristas de mi ser y gobernar mis acciones desde una voluntad sana y benevolente.

Es grande y profundo el goce de la libertad pero requiere, en la misma medida, de responsabilidad y criterio para conducirla.

Respeto, prudencia, orden y justo juicio.

Salgo de mi zona de confort para actuar con los demás, en otros campo, de otras maneras, desde un sentir afectivamente rico. Desde una postura que permite al otro ser quien es.

Fuente de virtudes se derrama en el ser libres. La libertad de espíritu es madre de una existencia feliz. Pero hay que reflexionar para usar, en toda circunstancia, una libertad que construya el bien.

Me ocupo con atención de las críticas y no dejo pasar un llamado al orden. Respondo despierto pero me apena errar y trato de reparar mis faltas.

Estoy triste porque he orado mal, sin querer. Me considero esclavo de mis propias razones.


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filosofía

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