¿Un país en vías de desarrollo o «en la vía»?

Daniel E. Gutiérrez DNI 13.655.379 Contador Público

NEUQUÉN

Parecería una verdad de perogrullo que un Estado debiera tener entre sus objetivos – principalmente- lo indicado en el título de esta carta.

En estos días se conoció en los medios periodísticos en general, la situación que viven los profesionales del Hospital de Pediatría Garrahan en la Ciudad de Buenos Aires, con sueldos bajísimos (de hecho una empleada doméstica en Neuquén cobra más por hora trabajada que estos profesionales), con lo cual es absolutamente claro que algo no funciona y estamos hablando de la salud. En este contexto, también nos encontramos -como pacientes- con serias dificultades para conseguir un turno médico. Ayer mismo intenté a través de la prepaga que tengo, conseguir un turno para una endodoncista y la respuesta es que el primer turno es… en septiembre, y el problema lo tengo ahora.

En materia de educación no estamos mejor, sino al revés; los chicos de secundaria no pueden comprender en un elevado porcentaje de ellos textos sencillos, así que imaginemos lo que es el nivel de estudio de nivel primario y como van a llegar a la universidad.

No por nada, el país no tiene ningún Premio Nobel desde hace décadas y seguimos “barranca abajo”.

De la seguridad y de la Justicia ¿qué se puede decir? Aquí en Neuquén y entiendo en el resto del país es igual, detienen a un delincuente y a las pocas horas sale en libertad y vuelve a “su trabajo” y no pasa nada. Los plazos de resolución de los juicios son casi eternos y, como decía el tango Cambalache, “los inmorales nos han igualado” y “lo mismo un burro que un gran profesor”.

Además de los problemas que a nivel de cada uno de nosotros generan estas situaciones, el futuro del país es por demás oscuro y de terror.

No quiero hacer hincapié solo en la actual gestión gubernamental nacional porque esto lleva muchos años pero algo hay que hacer con la salud, la educación, la seguridad y la justicia porque, de no torcer el rumbo, no hay posibilidad de volver a ser un país pujante y desarrollado.

Hoy no somos un “país en vías de desarrollo”, sino que “estamos en la vía”, lo cual es bastante distinto.