Caso Lucas Muñoz: testigo declaró que compraron un chip en Catriel a nombre del policía desaparecido

El sargento Néstor Meyrelles y el oficial Federico Valenzuela Campos, que están imputados por el delito de abuso de autoridad, optaron por no declarar ante el juez Marcelo Barrutia, en la primera jornada del juicio, que se desarrolló esta mañana de lunes.

A Meyrelles se le imputa haber activado el 15 de julio de 2016 un chip de una línea prepaga a nombre del policía Lucas Muñoz. La gestión comercial la hizo en una agencia de Catriel, distante a más de 500 kilómetros de Bariloche, donde buscaban al policía que había desaparecido el día anterior.

La acusación fiscal sostiene que Meyrelles activó el chip por pedido de Valenzuela Campos, que se encontraba en Bariloche. Acordaron la maniobra supuestamente sin ninguna orden judicial ni el permiso de sus jefes.

Para la fiscalía, esa maniobra desvió la investigación en las primeras horas de la desaparición de Muñoz y motivó falsas expectativas sobre su paradero.

Meyrelles informó esta mañana al juez y los fiscales Martín Lozada y Guillermo Lista, que sigue en funciones, mientras que Valenzuela Campos sostuvo que lo pasaron a disponibilidad.

Muñoz estuvo desaparecido durante 27 días. Hallaron el 10 de agosto de 2017 el cadáver del policía, en un descampado, ubicado en las afueras de Bariloche. Tenía un disparo en la cabeza y otro en una pantorrilla. El crimen aún sigue impune.

El empleado del local, donde Meyrelles pidió la línea prepaga a nombre de Muñoz, Elio Carrera, declaró hoy en el juicio que conocía al acusado. Dijo que Meyrelles le pidió activar esa línea con el número de documento del policía desaparecido.

En la primera fila de la sala estaban Alicia Ocares y Benjamín Muñoz, los padres del policía asesinado, que son querellantes en la causa, con el patrocinio de la abogada Karina Chueri.

Carrera recordó que Meyrelles le comentó en ese momento que se trataba de un camarada que había desaparecido y que parecía que tenía intenciones de quitarse la vida y querían ubicarlo. Explicó que la idea era obtener el registro de las llamadas. El testigo señaló que desconocía si al final se activó el chip. Aclaró que no conoce a Valenzuela Campos.

El exsubcomisario José Ismael Jaramillo recordó ante el juez que por julio de 2016 cumplía funciones en la comisaría 42 de esta ciudad, donde trabajaba Muñoz.

Dijo que no escuchó de ninguna activación de un chip durante las primeras horas de la desaparición del policía. Contó que la Jefatura de la Policía lo pasó a retiro obligatorio a raíz de la causa Muñoz. “Me cortaron mi libertad, me cortaron las piernas”, sostuvo Jaramillo.

Mientras que el comisario Osvaldo Huanque rememoró que conoce a los imputados. También a Muñoz. Dijo que los acusados y Muñoz trabajaron juntos en enero de 2106.

Aseguró que las pesquisas como las que intentaron hacer Meyrelles y Valenzuela se hacen con la intervención de un fiscal o si hay una investigación previa se notifica al fiscal.

Huanque recordó que durante la investigación de la desaparición (y posterior homicidio) de Micaela Bravo trabajaron con el registro de las llamadas de la joven, pero esos datos fueron aportados por el fiscal del caso Eduardo Fernández.

Bravo desapareció el 23 de marzo de 2016 en el barrio 2 de Abril, donde funciona la comisaría 42, y hallaron su cadáver a principios de abril de ese año.

Los imputados no avisaron supuestamente ni a sus jefes ni a la justicia de la activación del chip a nombre de Muñoz.

A Meyreles lo defiende el exjuez Carlos Vila Llanos y a Valenzuela Campos el abogado Gustavo Godoy. El juicio continuará hoy con más testigos.