Causa Sagredo: hallaron responsables a tres policías por incumplir sus deberes
El tribunal consideró que los imputados no tuvieron en cuenta el estado de salud de la víctima, que murió en una comisaría de Cipolletti, y no controlaron el estado de su detención.
La audiencia se realizó por videoconferencia. Foto: Gentileza
Los tres policías que fueron acusados por su actuación durante la detención de Santiago Sagredo fueron hallados culpables por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.
El tribunal que realizó el juicio de responsabilidad consideró que la conducta de los acusados fue “disvaliosa en grado extremo por el trato brindado a Sagredo en su detención”.
A Sagredo lo detuvieron por conducir alcoholizado en el centro de Cipolletti en abril de 2016 y murió en un calabozo de la Comisaría Cuarta. La causa de muerte fue una hemorragia, pero tras una denuncia de los familiares se inició una investigación.
Cristian Correa fue hallado responsable por haber dispuesto la detención de Sagredo sin considerar el estado de embriaguez en el que se encontraba. Era la máxima autoridad de la comisaría en ese momento. A Daniel Fereyra le reprocharon haber incumplido la debida custodia del detenido porque consideraron que sus controles fueron insuficientes. Leandro Pastene recibió el mismo señalamiento, por no haber controlado debidamente el estado de detención.
Pastene, es uno de los cuatro uniformados implicados en la causa de un joven que recibió un balazo en la cabeza en Costa Norte el domingo 9 de agosto.
Sagredo murió luego de sufrir una hemorragia subaracnoidea. Los especialistas médicos que declararon en el juicio concluyeron entre los síntomas de ese tipo de hemorragias se encuentran las cefaleas, mareos, convulsiones, malestar y agresividad. Uno de los expertos concluyó que en el caso de que la persona esté convulsionando en el calabozo eran nulas las posibilidades de salvarlo, “no habría llegado vivo al hospital”, sostuvo. Explicó que el diagnóstico requiere de estudios, tomografías e intervenciones quirúrgicas.
La médica policial declaró que llegó a la comisaria cuando Sagredo ya había fallecido y aseguró que de haberlo examinado aun cuando estaba con vida no hubiera pensado que era posible que estuviera cursando una hemorragia subaracnoidea porque los síntomas se confunden con la ebriedad.
Otros dos hombres que también estaban detenidos esa madrugada declararon que Sagredo estaba exaltado, que hablaba incoherencias, que se golpeaba contra la pared y la reja de la celda, y que no accedió a comer ni a beber nada de lo que le ofrecieron.
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