Cerro Bayo con instructores y equipos especializados para esquí adaptado

El centro invernal de Villa La Angostura cuenta con diversas variantes de esquí adaptado. Contempla todas las discapacidades, ya sean motrices, cognitivas o sensoriales.

El esquí no encuentra barreras y que personas con discapacidad puedan practicarlo y disfrutarlo es uno de los ejes en los que en la última década se concentran en la Escuela de Esquí del Cerro Bayo en coordinación con la fundación Todos Podemos que ofrece también un servicio social.

En el centro invernal de Villa la Angostura hay un equipo de instructores especialmente preparados para brindar las herramientas necesarias en los primeros pasos en la nieve y su plan de esquí adaptado contempla todas las discapacidades ya sea motriz, cognitiva o sensorial.

“El esquí es un deporte que contempla a todos, no hay limitaciones para el esquí adaptado, cualquier persona puede recorrer toda la montaña”, destacó Fernando Mazzolenis director de la Escuela de Esquí Cerro Bayo. En el cerro hay instructores y voluntarios abocados a esta misión cada temporada.

En el caso de las personas con discapacidad motriz, hay equipos específicos y técnicas bien distinguidas entre quienes pueden mantenerse en pie y quienes se tienen una movilidad limitada ya sea parcial o total. El equipamiento es importado de origen norteamericano y hay estabilos (bastones con esquíes), mono ski y bi ski.

El plan ofrece clases que parten de las dos horas hasta el día completo aunque depende de cada caso y es necesario realizar una reserva con al menos una anticipación de 24 horas ya que la persona interesada debe ser evaluada por los instructores para determinar cuál es el mejor servicio y técnica para que puedan disfrutar de la nieve.

“El cerro está preparado en función de la accesibilidad desde el acceso, las oficinas de atención al cliente, rampas en los medios de elevación, baños accesibles, todo está preparado para personas con discapacidad”, destacó Mazzolenis quien es el encargado de hacer la evaluación física del aprendiz de esquiador para orientar cada clase.

Según Mazzolenis “el instructor está para cubrir el déficit del alumno y posibilitar que aprendan y conozcan la montaña”.

Ocurre habitualmente que personas con discapacidad llegan a la montaña como peatones, para conocer la nieve, y en la base se enteran que existe un servicio de esquí adaptado por lo que vuelven con la intención de aprender. “Muchos hacen una clase de bautismo de dos horas pero hay otros que optan por clases de día completo, todos los días recibimos personas con discapacidad que quieren esquiar”, enfatizó Mazzolenis.

De forma paralela a la actividad de la Escuela de Esquí, la Fundación Todos Podemos ofrece un servicio de esquí adaptado a entidades sociales de Villa la Angostura y también a la Escuela Especial 18.

Una silla con sello regional

En 2017 se presentó por primera vez en sociedad el prototipo de una silla de esquí adaptado fabricada íntegramente en Bariloche con la intervención de técnicos de la Fundación Invap, la Asociación de Instructores de Esquí, Snowboard y Pisteros, Fab Lab y Catedral Alta Patagonia, la concesionaria del cerro Catedral.

El diseño fue desarrollado con aportes en base a la experiencia y el aprendizaje que a lo largo de los años obtuvieron instructores de la zona quienes hasta entonces habían utilizado sillas adaptadas de origen europeo o norteamericano.


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